En las instalaciones de UnnoMotors los trabajadores se encargan del ensamblaje. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO.
Las motos están entre las 2961 partidas que tienen desde este mes un recargo arancelario.
La Resolución 11 del Comité de Comercio Exterior (Comex), a través de la cual se oficializó la aplicación de sobretasas, establece un arancel adicional de 45% para las unidades completas (CBU) y de 25% para las partes y piezas para ensamblaje (CKD).
Fabián Zabala, directivo de UnnoMotors, importa estos vehículos en partes y sostiene que el impacto de la medida se verá en el costo del producto. “Será menos accesible para el mercado ecuatoriano. El incremento de precios de venta al público se calcula en un 17%”.
Para el sector, la situación es compleja debido a que luego de haber cerrado un convenio con el Gobierno en el 2014, debe alcanzar el 20% del componente nacional hasta junio próximo.
En ese marco deben adquirir partes y piezas dentro del país, a un precio mayor que las importadas. Entre estas se hallan plásticos, algunas partes metálicas, asientos, etc.
Hasta el año pasado el porcentaje de componente era del 5%, ahora bordea el 15%. Para eso las empresas han hecho diferentes inversiones y ahora deberán enfrentar el impacto de la sobretasa para motores, cerebros electrónicos, etc., los cuales se importan desde India, China, Europa, Taiwán, entre otros países.
Oswaldo Landázuri, presidente de la Asociación de Ensambladores de Motos del Ecuador (Aemae), indicó que la mayor afectación es para personas de escasos recursos que usan sus motos para trabajo. “El 90% de las motos que se importan, ya sea en CKD o completamente armadas, están en el rango de precios de motos para ese segmento”.
El precio de las motos ensambladas en el país, hasta antes de la medida, oscilaba entre USD 1 000 y 3 000. Ahora, el alza dependerá de cada empresa.
A las compañías les corresponde tomar en cuenta que el porcentaje del arancel base, es decir, sobre el cual se aplica la salvaguardia, varía de acuerdo a la cantidad de componentes nacionales que incorpore.
Landázuri, quien también es titular de la ensambladora Metaltrónic, tiene actualmente el 15% de componente local. En esta firma se subirá el precio de las unidades, pero aún se analiza el porcentaje de aumento.
La compañía importa partes y piezas de manera permanente para no parar la producción.
Para junio próximo, el 80% de las partes de las motos será importado, a precios mayores, por lo que las empresas tendrán que hacer un ajuste de costos, explica Landázuri.
Por ahora, Zabala descarta hacer ajustes dentro de UnnoMotors, Él también es socio de una firma que importa motos ensambladas y asegura que el precio subiría un 35%.
El arancel base de las motos completas es del 30% y sobre este se aplica la sobretasa del 45%, lo cual implica un pago del 75%, solo en aranceles.
El porcentaje genera preocupación en importadores como Sebastián Miranda, de Pro Racing. La empresa importa y comercializa motos para deportes y aventura desde 1992.
La consecuencia de la medida, dijo, será el ajuste de costos en aspectos como publicidad y no descartan una revisión en el tema de personal.
Miranda indicó que el impacto en precios de venta al público podría ser de un 35%, pero saben que es una afectación fuerte para los compradores, por lo que todavía no tienen una nueva lista de precios. Su oferta de motos va desde USD 9 000 a más de 40 000. Son unidades para deporte y aventura.
Por ahora, esta empresa no ha realizado importaciones porque cuenta con inventario. Sin embargo, el problema se presentaría cuando se acabe el ‘stock’ y tenga que importar motos a precios mayores.
Hasta inicios de mes tenía un contenedor en tránsito y otro en origen. Con relación a este último esperaba negociar con los proveedores para vender el producto a terceros países y no perder en la compra.
El escenario para Miranda es dejar de importar si el producto no tiene salida en el mercado nacional, pero este tema habrá que monitorearlo y ver cómo reacciona el consumidor.
Su empresa también importa accesorios como cascos, guantes y prendas de vestir, que pagan 45% de sobretasa, lo cual impactará en los precios.