Oprah Winfrey tiene un breve pero trascendental papel dentro del filme. Foto: outnow.ch
Que el filme se titule ‘Selma’ y no King, pese a que la figura del célebre pastor ocupa el centro del relato, tiene su explicación. Es la población de esa ciudad de Alabama la que conforma el retablo protagonista de las famosas marchas que marcaron en los años 60 un momento culminante de la larga lucha por los derechos civiles emprendida por los afroamericanos, y a la que con menos frecuencia de la que suele creerse el cine ha abordado frontalmente.
Pero más allá de la mera ‘biopic’, que con criterio el filme condensa en unos cuantos episodios ilustrativos de su personalidad y representativos de su gesta, importa el movimiento que el pueblo protagoniza bajo su guía.
Una elección que queda expuesta desde el comienzo, con la escena íntima de los preparativos del líder para asistir en 1964 a la Academia Sueca, donde recibirá el Premio Nobel de la Paz. Aquí sobreviene un abrupto quiebre: la explosión en una iglesia de Birmingham que dejó como saldo la muerte de cuatro niñas negras. Pero inmediatamente después la película parece encontrar su justo tono con la secuencia que tiene a Oprah Winfrey como protagonista: es una mujer común que intenta registrarse como votante y es rechazada.
Video: YouTube, canal: Paramount Pictures
Serán muchos otros ciudadanos afros los que ganarán nítida identificación a lo largo del relato, no solo como participantes de las marchas de Selma a la capital estatal, Montgomery, secuencias en las que el filme gana verosimilitud y la directora DuVernay, la primera realizadora negra nominada al Oscar, demuestra su potencia narrativa. Sobre todo en la primera marcha, la del Bloody Sunday del 7 de marzo de 1965, brutalmente reprimida por las fuerzas del orden.
También merecen destacarse las abundantes escenas que pintan al protagonista en la intimidad, con sus dudas, sus convicciones y la larga reflexión sobre las estrategias que guiarán su relación con un presidente Johnson que el filme describe como demasiado reticente hacia la demorada promulgación de las leyes que asegurarían la igualdad.
50 años después de ese postergado reconocimiento, no puede decirse que la cuestión racial esté completamente resuelta, pero más allá de las diferencias con King, que la película no deja de exponer incluso por boca de otros luchadores, partidarios de gestos menos pacíficos que los que defendía el pastor, nadie niega el papel fundamental que a él (notable trabajo de David Oyelowo, que lo despoja del bronce y pone el acento en su dimensión humana) le cupo en la historia estadounidense del siglo que pasó.
El dato
Ava Duvernay
La directora. Nació en 1972 en EE.UU. Su debut en el cine fue con el documental ‘This is the Life’ (2008). Su carrera continuó con los títulos de ficción ‘I Will Follow’ y ‘Middle of Nowhere’.