Con el inicio del invierno se han reportado los primeros percances viales en la carretera Alóag-Santo Domingo, que une la Sierra con la Costa. El domingo pasado, por ejemplo, llovió durante más de cuatro horas. En ese lapso se produjo un accidente de tránsito en el kilómetro 87.
Según la Policía de Tránsito de Santo Domingo, dos buses chocaron contra un tráiler. En el momento se investigan las causas del accidente en el que 10 personas resultaron heridas. “En invierno, las lluvias y la neblina son constantes en la carretera y por ello se debe manejar con cautela y rebasar únicamente en las zonas permitidas”, aseguró el agente de tránsito de la parroquia Alluriquín, Cristian Maroto.
Lo s obreros de la constructora Hidalgo e Hidalgo, encargada del mantenimiento de la vía, están desplegados a lo largo de los 101 kilómetros que tiene la arteria. Monitorean, en especial, tres puntos que son considerados de alto riesgo, según la Prefectura de Pichincha. Estos son los kilómetros 11, 25 y 34.
En estos sectores, cada invierno se presentan deslizamientos de tierra. Por ello, desde el 2012 se desarrollan estudios de taludes para mitigar los efectos de la temporada invernal en la carretera.
Se tenía previsto que las precipitaciones iniciaran en diciembre, pero se retrasaron hasta la primera semana de este mes. Según las previsiones del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi), las lluvias alcanzarán al final de enero un aproximado de 431,6 milímetros.
Hasta ahora, el temporal más fuerte se registró el domingo, según el Inamhi, cuando cayeron 10,6 milímetros de agua por metro cuadrado. En la vía se colocó señalización reflectiva en el asfalto para guiar a los conductores en la noche o cuando hay neblina.
Fabián Uzcátegui, secretario de Infraestructura Física de la Prefectura de Pichincha, explicó que dentro del contrato con la constructora se incluyeron señalización en los puntos peligrosos y la colocación de letreros que indican las zonas de deslizamientos.
Además, los obreros limpian cada semana la maleza que se forma en la parte superior de la montaña para evitar que se desprendan y obstaculice el paso vehicular. “Si los desniveles de la vía se logran estabilizar, los derrumbes serán menos frecuentes“, afirmó Uzcátegui.
El punto más crítico de la vía está en el kilómetro 34. En el 2011 se presentaron alrededor de 30 derrumbes en la zona. Por ello se hicieron estudios técnicos y se recomendó colocar un muro especial.
El conductor José Barberán contó que en el 2011 y 2012 se quedó atrapado en ese sector que queda cerca del recinto pichinchano Mirabá. Él transporta frutas tropicales hacia la Sierra en un camión. “En el 2013, para evitar inconvenientes, iba despacio y preguntando a mis compañeros si el paso estaba habilitado. Si llovía prefería ir por la vía La Independencia – Los Bancos – Calacalí”.
Ángel Pizarro, superintendente de la Constructora Hidalgo e Hidalgo, dijo que la ampliación de 35 kilómetros desde Tandapi hacia Alóag ha permitido que la vía solo se inhabilite parcialmente en estas emergencias. “Como los deslizamientos no cubren toda la carretera. Los obreros limpian rápidamente los escombros”.
La empresa tiene un comité especial encargado únicamente de los deslizamientos de tierra en este invierno. El grupo está compuesto por 40 personas que se activarán en caso de derrumbe. Ellos cuentan con retroexcavadoras, excavadoras, cargadoras…
El técnico del Inamhi, Homero Jácome, explicó que la tendencia es que las lluvias se multipliquen. “Son una alerta de que se debe ir con precaución por esa vía”.
Según el constructor Roberto Bravo, el tipo de tierra en varios sectores de esta carretera es arcillosa. Entonces, las laderas pierden estabilidad, por la lluvia. “El clima es húmedo y por ello hay presencia de lluvia y neblina. Las vibraciones de los vehículos también hacen que la tierra se derrumbe”.
En contexto. Los estudios para la ampliación del segundo tramo de la vía Alóag – Santo Domingo estarán listos para el primer trimestre de este año. En estos se determinará si desde Tandapi hasta Santo Domingo se deben eliminar las paredes montañosas para ampliar la calzada a cuatro carriles o se colocará un soporte especial en el lado del abismo.