Víctor Pecci (i), durante la firma de convenio de implementación del proyecto Centro Deportivo, recreativo y de formación de Itacurubí. Foto: Facebook
Víctor Pecci, quien cumple 59 años el 15 de octubre, dejó atrás las glorias y, de alguna forma, el dinero que acumuló detrás del deporte blanco para embarcarse dentro del plan global del gobierno de reducir a la mitad la cantidad de pobres en cinco años.
La meta es llegar a 19%, la mitad del porcentaje estimado oficialmente, y bajar a 9% los pobres extremos.
El extop ten, de 1,93 metros, ya comenzó a inaugurar escuelas gratuitas de fútbol, voley, básquet y hándbol en algunos de los 17 departamentos (provincias) de su país.
“Nuestra meta es alcanzar 100.000 en esas cuatro disciplinas cuando finalice el gobierno en 2018”, afirma. Admite empero que el presupuesto destinado al deporte es bajo en Paraguay.
Una “reliquia ” para los paraguayos, que se paran y lo saludan con respeto adonde vaya, Pecci toma muy en serio su papel de ministro, una ocupación pública que le agrada.
Pero también siente el desgaste físico de aquellos años de competiciones interminables. “Tengo artrosis en la espalda y la rodilla. Tengo hernia de disco. Es el precio de esta profesión”, subraya el deportista.
“Aprendí tenis a los seis años de mi padre y de mis tíos. En los años 60 no había profesor en Paraguay”, subraya.
A pesar de sus malestares físicos el extenista no ceja. Hace gimnasio, practica paddle y un poco de fútbol.
El destino lo cruzó con el que sería Presidente de Paraguay cuando Cartes manejaba el club de fútbol Libertad de Primera División.
Cartes era director del Departamento de Selección.
“Me invitó al Mundial de Sudáfrica (2010) y en la campaña electoral (de 2013) me propuso ser su ministro y acepté ” , relata.
A unos metros de su oficina se erige el estadio cerrado del Consejo de Deportes. Los franceses Yannick Noah y Henry Leconte no olvidan eso que llamaron el
” infierno de Asunción”.
Contra Noah y Leconte sobre madera
En aquel court de piso de parquet (madera aglomerada) , Pecci y Francis González eliminaron a Francia de la Copa Davis 1985.
Pecci recuerda mucho el partido contra Noah.
“¡Uf! fue el más largo de mi vida… y creo que también de él. Terminamos 17-15 en el quinto set. Comenzó a las seis de la tarde y terminó a la medianoche”, indica.
¿Y por qué eligieron madera? “Porque mi compañero Francis (puertorriqueño nacionalizado), era bueno en pista rápida. Yo me adaptaba”, señala quien fue especialista en polvo de ladrillo.
Pecci abandonó la gran competencia en 1990. Su mejor labor fue llegar al noveno lugar del ránking de ATP. Se dedicó entonces a la enseñanza en su Complejo Víctor Pecci y a dirigir el equipo de Copa Davis.
La última prueba fuerte la tuvo en 2009 cuando enfrentó al sueco Björn Börg en partido de exhibición en Asunción, al cumplirse 30 años de la final perdida en Roland Garros. Se tomó revancha en tie break.
En varias ocasiones se encontró en otros partidos de exhibición con su ex rival y hoy amigo personal, el argentino Guillermo Vilas.
Roces con Chilavert
Los paraguayos lo eligieron
“Deportista del Bicentenario de la Independencia ” en 2011, elección que disgustó al irascible ex arquero de la selección de fútbol José Luis Chilavert, quien se atribuyó el merecimiento del galardón.
“Nunca ganó un Gran Slam”, soltó el hoy empresario de fútbol.
” Me dolió un poco lo que dijo ” , admite el ministro quien tiene en su haber 10 torneos en singles y 12 en dobles.
De perfil bajo y poco afecto a la polémica, replicó en aquel momento que el exportero tampoco ganó una Copa América, ni jugó en un club grande de Europa o ganó una Champions League. “Se pasó de rosca”, sentencia.
Y Pecci es también fuente de anécdotas. Cuenta que años después, cuando entrenaba a su sucesor, Ramón Delgado en un Roland Garros, un vendedor de revistas parisino se enteró que ambos eran paraguayos, sin reconocerlos y les preguntó: “¿Qué saben de ‘Pecchí’?, mientras le recitaba cada una de sus hazañas ante Börg, McEnroe, Vilas, Jimmy Connors, Illie Nastase, Gerulaitis, Lendl, Andrés Gómez, José Luis Clerc, Noah, entre otros.