Augusto Morán, presidente del COE. Foto: Archivo
Augusto Morán no aceptó su destitución como presidente del Comité Olímpico Ecuatoriano. Él llegó a las instalaciones del organismo, para seguir ejerciendo sus funciones.
Morán dijo que cuenta con el apoyo del Comité Olímpico Internacional, y que la asamblea que resolvió su destitución, no tiene validez.
Morán llegó a las dependencias del COE, acompañado de diez policías y su grupo de seis colaboradores. Tras superar el impase con sus detractores, la directiva que había sido destituida, sesionó en el comité ejecutivo.
El directivo aseguró que esta destitución fue orquestada por un funcionario gubernamental; se negó a decir el nombre. Él desconoció la autoridad de la comisión que conformó la asamblea para administrar el organismo.
Las federaciones de judo, natación, karate, patinaje, balonmano y badminton, son las que apoyan la gestión de Morán. Él fue electo en diciembre del año pasado y su periodo debería extenderse hasta el 2017.