No soy experto en el tema de la “plusvalía”, pero a mi entender es la ganancia generada en la venta de un inmueble. Según el impuesto a la renta no es impositivo declarar la utilidad cuando la venta es eventual, caso contrario sí es para los negocios repetitivos. Para tener un concepto claro de la incidencia de este impuesto, hay que comentar objetivamente las estadísticas demostrables, el 92% de las transacciones registradas en las notarías corresponde a ecuatorianos que han negociado una sola ocasión, es decir, no genera impuesto, el 8% restante representa al ciudadano que su forma de vida es comprar y vender inmuebles, segmento que tiene que pagar la plusvalía. Los que sufren son los eternos “vivos” que distorsionan la realidad, ejemplos sobran, los adjudicaciones legales o no de tierras a valor de “gallina enferma” o el beneficiario del incremento del valor de la tierra porque de casualidad o intencionalmente pasó por allí la infraestructura del Estado. Los ecuatorianos somos ciegos, no analizamos la concentración de la tierra, el 80% en manos del 10% y justamente esta minoría es la que protesta y reclama reivindicaciones sociales.