Desde hace un mes, el tráfico en Santo Domingo de los Tsáchilas es más denso que de costumbre. En las calles céntricas, los vehículos deben imprimir una velocidad inferior a los 20 km por hora. Eso se debe a la presencia de baches que se formaron en el tiempo que se colocó la nueva tubería del agua potable.
Centenares de huecos aparecieron en cerca de las 180 intersecciones de calles y avenidas donde trabajó la empresa Hansol, que se encargó de ejecutar la obra municipal. Así lo sostiene el presidente de la Asociación de Taxis Ejecutivos de Santo Domingo, Guido Cajamarca. Desde entonces, dice, los conductores son más cuidadosos. Cuando se encuentran con un hoyo prefieren desacelerar más de lo normal, para evitar que el vehículo sufra un desperfecto mecánico.
Esa práctica se volvió una rutina para el taxista Marcelo Ruiz. Asegura que es mejor bajar la marcha al máximo antes que ir a parar a un taller donde el mínimo daño le puede costar un mes de trabajo. Sus ingresos en un mes son de USD 1 200.
Los conductores que van detrás de los otros se desesperan y en un intento por alertar que fluyan el tránsito, accionan el claxon de los carros causando sonidos estridentes.
El alcalde Víctor Quirola señala que estos inconvenientes serán solucionados. En el momento, la empresa Hansol hace los últimos ajustes a la nueva tubería. Eso ha provocado que nuevamente se rompa la calzada de varias vías.