La oferta del cuidado de la salud y la liberación de energías son parte de los paquetes.
Si bien Baños es conocido por el turismo, la práctica de deportes de aventura y las cascadas, en el cantón hay otras formas de turismo que pueden desarrollarse en poco tiempo y en familia.
Una de las ofertas en común de la mayoría de sitios de hospedaje de Baños son los masajes, baños de cajón y tratamientos faciales. La ruta de los spa se determina por el servicio personalizado y la variedad de los paquetes.
Por ejemplo, El Refugio es un sitio donde se prioriza la salud. Xavier Espinoza y Lucía Carrillo llegaron de Quito en busca de relajamiento. Tomaron los baños de cajón y el tratamiento facial e hicieron el recorrido por una senda llamada el ‘monte del grito’. “La experiencia fue realmente buena y recomendable. En la caminata pudimos confirmar el amor que sentimos como esposos”, dice Carrillo.
Por la senda, los usuarios pueden practicar un ritual diferente para descargar las energías negativas. Son senderos ecológicos, en donde se camina sobre roca volcánica triturada, cuenta María Augusta Muñoz, administradora del lugar. También están los muros del arrepentimiento, del perdón y de la prosperidad. Los paquetes van de USD 8 a 45.
En El Refugio no hay hospedaje, pero se puede pasar el día entero en el lugar, ya que hay tratamientos faciales y para los pies cansados, limpiezas intestinales y de oído, baños de barro y almuerzos familiares.
En la misma vía, hacia Puyo, se encuentra Samari. Tania Delgado, presidenta del spa resort, cuenta que su fortaleza es la atención personalizada. “Mantenemos las reglas del Feng Shui por lo que la energía que se siente en el ambiente es totalmente positiva”.
Los paquetes pueden ser completos o solo de un servicio. El promedio para una noche, por persona, es de USD 150. Están incluidos el hospedaje, la alimentación y el uso de todas las instalaciones.
Los masajes, en cambio, valen USD 39. Actualmente y por la temporada se añadirá un tratamiento para bajar de peso.
Casi al llegar a la represa Agoyán está El Trapiche. Allí Martín Dillon, su dueño, los recibe con la terapia de la liberación. “Desde 1980, el aparecimiento de los spa generó una tendencia en la ciudad. La ventaja es que en el sitio confluyen las energías de los cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra”.
En la hostería que se asienta en una antigua hacienda se brindan los baños de cajón para activar la energía eléctrica del cuerpo. Según Dillon, los servicios cuestan entre USD 7 y 50, por persona. En el lugar hay cabañas, tipo rústico, en donde dormir y desayunar tiene un precio de USD 30.
Además del spa, otro de los atractivos del lugar es el trapiche. En la antigua máquina se elaboraba la panela y las puntas. “Es el único trapiche en Baños que sobrevive”.
En una de las nuevas rutas turísticas de Baños, vía a la Casa del Árbol, se ubica Luna Runtun Adventure Spa. Este cuenta con un restaurante, cabañas de hospedaje y una cafetería, cuyo atractivo es la posibilidad de observar la ciudad completa y, cuando no está nublado, el Tungurahua.
Para Gabriel Freire, de Luna Runtun, el spa volcánico es el mejor de la región. Tiene 500 m2, 11 salas y se ofrecen 25 terapias con exfoliaciones, usando la ceniza volcánica o miel, baño con rosas, terapias faciales…
Las cuatro piscinas y el hidromasaje están al aire libre pero tienen agua caliente (37 grados centígrados) volcánica.
Los servicios del spa tienen valores que van desde los USD 17 hasta los USD 48. Además, se comercializan paquetes para parejas y familiares que incluyen la posibilidad de alternar entre las 25 actividades de aventura, visitas al volcán Tungurahua y los programas de observación de aves.