Tegucigalpa, Washington.
Reuters, AFp y DPA
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El Gobierno interino de Honduras desafía la presión internacional al asegurar que no existe la más remota posibilidad de que el derrocado presidente Manuel Zelaya vuelva al poder.
El pronunciamiento del Régimen encabezado por Roberto Micheletti se da, pese al ultimátum dado por la OEA, la madrugada de ayer en Washington, para restituir al depuesto Mandatario.
Micheletti reiteró que Zelaya será arrestado si regresa al país, incluso si vuelve acompañado por una delegación encabezada por el jefe de la OEA, el chileno José Miguel Insulza. Además, acusó al mandatario venezolano, Hugo Chávez, de ser responsable de la crisis que vive Honduras.
“No hay la más mínima posibilidad. El presidente Zelaya está afuera por órdenes del pueblo”, dijo el canciller interino, Enrique Ortez. Y añadió que no existe conversación con ningún Gobierno extranjero ni con organismos como la OEA sobre un eventual retorno del depuesto líder. “La soberanía no se negocia”, sentenció.
Para apuntalar su posición, el Gobierno interino reforzó el toque de queda en todo el país, con la supresión de garantías individuales y colectivas y con la prohibición del ejercicio de derechos como los de asociación, circulación e información.
Un grupo de militares sacó a Zelaya de su casa el domingo y lo obligó a abandonar el país con destino a Costa Rica, cuando promovía una consulta popular que abriera el camino a la reelección presidencial, considerada inconstitucional por los tribunales y los partidos políticos.
La OEA se unió a la condena mundial del golpe de Estado y dio un ultimátum de 72 horas para que el Gobierno interino garantice el “inmediato, seguro e incondicional retorno del Presidente” o advirtió que suspenderá al país del organismo.
En tanto, Zelaya, que había anunciado su retorno a Honduras para hoy, postergó su regreso al menos hasta el fin de semana. Ayer fue a Panamá para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de esa nación, Ricardo Martinelli (ver nota inferior).
Después del apoyo unánime de la ONU la OEA, EE.UU., la Unión Europea y los países latinoamericanos, Zelaya pidió a sus seguidores que se mantuvieran firmes. “No abandonen las calles hasta que logremos la victoria. Están solos, están rodeados”, dijo amenazante en su intervención. Miles de sus simpatizantes volvieron a marchar ayer por la capital.