Redacción Tulcán
El personal de la Policía Antimotines refuerza la vigilancia en el Puente Internacional de Rumichaca, en el lado colombiano.
Los uniformados, quienes visten de negro, tienen la orden de impedir que los comerciantes cierren el paso fronterizo. Además, resguardan al personal de la Dirección de Impuestos Aduaneros de Colombia (Dian).
3 días
de control estrictos ejercen ya las autoridades de Colombia en Rumichaca.
La Dian, desde el lunes pasado, ubicó un puesto de control en el límite fronterizo entre Ecuador y Colombia. La disposición es no permitir el ingreso de mercadería ecuatoriana.
Ayer, cada vehículo fue chequeado rigurosamente y si se encontraba arroz, azúcar, huevos, ropa… se impedía el ingreso. “No entendemos qué pasa, es el colmo que no me dejen llevar un bulto de azúcar”, dijo Julio Moreno, negociante ecuatoriano.
Jorge Rodríguez, jefe de la Policía Fiscal Aduanera en Ipiales (Polfa), contó que hay una disposición de la Dian de impedir el ingreso de víveres ecuatorianos, especialmente de arroz, a Colombia. “Nos dijeron que hay una sobreproducción de la gramínea en los campos colombianos”.
Los pasos ilegales
Los controles en Rumichaca han caotizado el tránsito de vehículos livianos y pesados. Desde el lunes pasado se forman largas filas de carros en los dos lados de la frontera. El puente tiene solo dos carriles, uno para ingreso y otro para la salida.
En la frontera entre Carchi y Nariño hay 23 pasos no reconocidos. En esa vías los controles militar y policial son esporádicos. De acuerdo con informes de Inteligencia, por allí se movilizan armas, drogas y combustibles.
El bloqueo del puente internacional es una vieja práctica de los comerciantes para presionar la prohibición del paso de productos. El pasado lunes, un grupo de comerciantes cerró el viaducto y fue desalojado por un contingente de policías y militares colombianos.
El personal policial también vigila los pasos no reconocidos que enlazan a las parroquias Urbina y Tufiño, en el lado ecuatoriano, con las comunidades rurales del sur de Nariño.
Luis Moreno intentó movilizar desde Tulcán hasta Pasto manteca y azúcar. En el puesto de control, un policía le dijo que estaba prohibido el paso de productos.
“Tuve que regresar para que no me decomisen la mercadería. Considero que están atropellando nuestro derecho al trabajo”.
Él no fue el único que se quejó. Los negociantes informales de Ipiales amenazan con bloquear el puente. Por esa razón, se reforzó la presencia policial en el límite internacional. A las 09:00 de ayer, los comerciantes informales se reunieron con el alcalde de Ipiales, Ernesto Estupiñán; el director de la Dian, William Virguez, concejales y miembros del transporte pesado de la frontera. La reunión duró cuatro horas y no se llegó a ningún acuerdo.
Virguez aclaró, en la reunión, que desde Bogotá se exige que los controles en la frontera se intensifiquen. Según la autoridad, hay reclamos de los gremios del comercio de Colombia. “El problema es que está pasando mucha mercadería y combustibles de manera ilegal”.
Lourdes Obando, presidenta de los importadores de grano de Colombia, anunció que el gremio presentará una demanda en contra del Instituto Nacional Agrario (ICA), por no extender los permisos fitosanitarios para el ingreso de arroz ecuatoriano a su país.
Hernán Álvarez, jefe del Servicio de Vigilancia Aduanera, contó que no hay ningún documento que haya llegado de Colombia, para la prohibición de exportación del arroz ecuatoriano. En abril, Colombia exportó 5 256 toneladas de la gramínea. “Desde esa fecha no se han hecho más pedidos”.
Para Omar Guerrón, presidente de los transportistas pesados de Carchi, esta es una retaliación del gobierno del presidente Álvaro Uribe ante las salvaguardas que impuso Ecuador a los productos colombianos. “Ahora sí se puede decir que las relaciones diplomáticas y comerciales están rotas”.
Guerrón dijo que el transporte pesado de la provincia rechaza los nuevos aranceles que fijó el presidente Rafael Correa. “Nos va a dejar en la calle”.
Los agremiados de la transportación pesada mantendrán una reunión en esta semana. No se descarta una paralización en respaldo a los negociantes informales de Ecuador y Colombia, afectados por las medidas que se toman desde Quito y Bogotá.
Entre tanto, a lo largo del Puente Internacional de Rumichaca, el nerviosismo persiste. El estricto control ha hecho que se incremente el contrabando de hormiga. Es más común ver que en motocicletas y en bicicletas se lleve productos y gas a Colombia.
Luis N. vive en Tulcán. El contrabando es su única opción de empleo. “Tenemos que buscar la forma para conseguir el pan del día. En carros está muy difícil pasar mercadería a Colombia, es más fácil en bicicleta”.
Punto de vista. Jorge Rodríguez/ Aduanero colombiano
‘El comerciante debe respetar’
Los negociantes informales aducen que hay el convenio de Esmeraldas, que les permite adquirir productos de la canasta básica en el Ecuador, principalmente por los bajos costos.
En el convenio se habla del libre tránsito de las personas y de los automotores, pero no de los productos de primera necesidad. Los informales tratan de pasar el arroz a través del mecanismo conocido como contrabando de hormiga (un bulto en cada vehículo o en motocicleta).
Los negociantes camuflan los bultos de la gramínea en las carpas de los vehículos, en los motores, en la cabina de descanso del conductor… para evadir los controles policiales.
Se les advirtió a los negociantes que está prohibido el paso de las mercaderías ecuatorianas y nuestra función es garantizar que esa disposición se cumpla.
Ramiro Urresta / Jefe Corporación Aduanera Ecuatoriana en Carchi
‘El contrabando frena el progreso’
Cuando se ponen restricciones comerciales hay gente que trata de evadir el pago de impuestos para seguir con las preferencias y de esta manera tratar de mantener sus negocios.
Con el incremento de los aranceles a las mercaderías colombianas, hay negociantes que tratan de abastecerse ilícitamente para mantenerse en el mercado.
Así, cierto grupo de personas se burla de las autoridades y no paga los tributos. No lo hace con el afán de mantener los precios sino de especular. En estos momentos en que los productos están caros, ellos alzan los precios y obtienen muchas ventajas.
Este tipo de ilícitos perjudica a toda la población. Por eso, se hace un llamado a la gente para que no se abastezca de mercadería de dudosa procedencia.
Estas no contribuyen en nada al progreso del país, a más de que obstaculizan y frenan el desarrollo. Por el momento, los operativos se mantendrán en todos los pasos fronterizos.