Bogotá, Washington.
AFP y ANSA
El acuerdo de cooperación militar Colombia-EE.UU. para que los estadounidenses usen bases colombianas para sus operaciones antidrogas provocó la ira y el rechazo de gobiernos de izquierda vecinos.
En tanto, Panamá, Perú y Brasil aún no se pronunciaron.
Los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Nicaragua, Daniel Ortega; Venezuela, Hugo Chávez, y funcionarios del gobierno del presidente de Ecuador, Rafael Correa, han expresado en los últimos días opiniones en contra de ese acuerdo que aún negocian Bogotá y Washington.
El gobierno del presidente Álvaro Uribe informó oficialmente, el 15 de julio, sobre la negociación del acuerdo, mediante el cual EE.UU. suplirá, desde tres bases militares colombianas, las operaciones antidrogas que realizaba desde la Base ecuatoriana de Manta. El acuerdo también contempla “operaciones antiterroristas”, sin más precisiones.
Uribe ha asegurado que se “regirá por el principio de la no intervención en asuntos internos de otros Estados” y que, mediante esa alianza con EE.UU., lo que busca es “romper las cadenas del terrorismo y los violentos”, y que los colombianos puedan “vivir tranquilos”.
Esos argumentos no parecen convencer, especialmente a sus vecinos de Ecuador y Venezuela, dos gobiernos con los que Uribe ha mantenido serias tensiones diplomáticas durante los siete años que lleva en el poder.
La reacción más dura provino del presidente Chávez, quien el martes anunció: “Ahora los yanquis quieren montar en Colombia cuatro bases militares. (Dicen que) no, que no son bases yanquis, sino bases colombianas, pero van a estar ahí permanentemente, lo cual nos va a obligar a revisar las relaciones con Colombia”.
La nueva tensión Bogotá-Caracas ocurre cuando las relaciones bilaterales pasaban por un buen momento, según habían expresado recientemente funcionarios de los dos gobiernos, cuyos mandatarios se reunieron dos veces en 2009.
Mientras tanto, Venezuela acusó hoy a Estados Unidos y Colombia de “orquestar” una campaña en su contra y de Ecuador, durante una sesión del Consejo Permanente de la OEA, en Washington.