Redacción Guayaquil
Otras dos muertes violentas se reportaron la noche de ayer en Guayaquil.
El primer caso ocurrió a las 18.00, en La Floresta, en el sur de la ciudad. Allí David Anzules Romero, de 29 años, fue abaleado por supuestos delincuentes, cuando les reclamó por un robo.
Según sus familiares, la tarde del jueves Anzules fue asaltado y se le llevaron sus documentos personales y USD 115. Pocas horas después del atraco él recibió una llamada telefónica y le dijeron que le iban a devolver todo lo robado. La cita se tenía que realizar en la ciudadela La Floresta y, supuestamente, se concretó luego de que uno de los asaltantes fue liberado.
Los familiares del fallecido denunciaron que el detenido supuestamente entregó el dinero de Anzules a un policía que trabaja en el Puesto de Auxilio Inmediato (PAI) número 34.
El pago lo hizo para que el gendarme no incluya en el parte de arresto el robo de Anzules, aunque antes el ladrón había confesado su participación.
En la noche, la víctima fue hasta el sitio acordado y allí fue atacado por desconocidos. Él no pudo ser auxiliado.
El otro asesinato se produjo a las 21:30, en las afueras de la villa 4, de la manzana 149, de la ciudadela La Garzota, en el norte del
Puerto Principal. En ese lugar, Javier Manuel Murillo Pazmiño, de 45 años, recibió un disparo en la cabeza. Sus atacantes no han sido identificados.
Testigos contaron que Murillo fue abaleado cuando esperaba a un compañero de trabajo dentro de su vehículo. El fallecido era Gerente de una importadora de vehículos de la ciudad.