Corresponsal Buenos Aires
¿Cómo vivió esta temporada con Racing tras salvarlo de la promoción del descenso?
Lo viví muy bien, a pesar de haber tomado al equipo en la quinta fecha. Conseguir 30 puntos no es fácil, más aún en el fútbol argentino que es muy competitivo. Racing es un club grande y no merecía estar en esa situación.
¿Cuán complicado es dirigir a un equipo grande como la ‘Academia’ en situación de crisis?
Hay que tomarlo con naturalidad. No puedes volverte loco. Yo no miro si es un equipo grande o chico. Trato a todos con la misma seriedad. A veces uno cree que el equipo es grande y hace las cosas mal pensando que no va a pasar nada malo. Hay que se realistas: el fútbol está más equiparado.
Pero a usted se lo veía sufrir mucho durante los partidos…
Incentivar a los jugadores es importante, pero eso no es suficiente para triunfar. Un técnico debe tener más atributos para convencer, que son los técnicos. Eso es natural en mí. Soy muy tranquilo durante la semana, estoy siempre contento, alegre, atendiendo a todo el mundo, pero a la hora del partido no soy bastante complicado.
Parecía que a Racing no lo levantaba nadie, ¿cuál fue la clave para levantar al equipo?
Creo que eso es algo natural en mí. Cuando tomé a Newell’s estaba en descenso directo y arruinado y aun así lo sacamos adelante. Con Argentinos Juniors no solo hicimos una buena campaña, sino que armé al club para la siguiente temporada y rindió muy bien. Lo primero es conocer a los jugadores.
¿Conocía a los de Racing?
En Racing conocía a muchos porque los había visto en el ascenso y puse en el campo a seis jugadores que no jugaban habitualmente. Los entrenas a la manera que a vos te gusta para que te rindan según lo que pidas. Después están los resultados. Cuando consigues un buen resultado, te aflojas un poco más, el equipo empieza a confiar en vos. Y así sale con espíritu ganador.
¿Cómo era el ambiente dentro del camerino?
No vi nada malo. Era todo normal.
Hoja de vida
Ricardo Caruso
Biografía. Nació el 10 de febrero de 1962 en Buenos Aires. Hizo las inferiores en Argentinos Juniors, debutó en 1981. A partir del 84 jugó en equipos del ascenso.
Debutó como DT en 1994, al mando de Defensores de Belgrano. Dirigió a 10 equipos de la división B.
En primera dirigió a Argentinos, Newell’s Old Boys y ahora está en Racing Club de Avellaneda.
Se dice que usted es una persona que se acerca al jugador, que se convierte en un amigo, que hasta les ayuda a conseguir departamentos, ¿es cierto eso?
Sí, más en el ascenso, porque en primera eso no se da. Lo hice mucho en Tigre. Al jugador de Atlético Rafaela que hizo los tres goles a Gimnasia por el Ascenso, Aldo Visconte, lo llevé a Tigre desde Formosa (provincia fronteriza con Paraguay). Fui su garante para conseguir departamento.
¿El Tigre de ahora, con Diego Cagna como técnico, fue en principio armado por usted?
Con Tigre salimos bicampeones. La mejor campaña en el fútbol argentino, cuando llevé a (Carlos) ‘Chino’ Luna, Campestini (ahora en Arsenal). Son jugadores del ascenso que subieron con Tigre y ahora están triunfando.
Con la cercanía que tiene con los jugadores, ¿hubo algún jugador que malinterpretó los roles?
No, porque no les doy tiempo para equivocarse. Cuando veo que se pasan de la línea, les hablo bien, les paro a tiempo y se termina todo. No es difícil.
Usted es famoso por ser un técnico de los ‘ levantamuertos’, ¿qué de especial tiene usted para ello, nos comparte su receta?
No sé si tengo una receta. Me ha tocado vivir de todo. Salí campeón con Italiano, con Tigre. No solo he salvado a equipos, sino que he salido campeón. Yo empecé muy joven, a los 31 años, pero viví de todo. Y no es fácil salir campeón en las categoría menores. Es peor que la Primera porque las canchas son complicadas. No sé si existen las recetas. Simplemente uno trabaja y confía en el cuerpo técnico. Después sí les doy mucho material a los jugadores para analizar al rival. Si voy a jugar contra la Liga de Quito, sé cómo juega Claudio Bieler. Debemos saber por dónde lastimar más.
¿Conoce mucho a Bieler?
Claudio jugaba en Santa Fe, en Rafaela. Era de Colón. Cuando llegué a Argentinos Juniors, fue el primer jugador que traje, pero los dirigentes no lo contrataron. Fue antes de que fuera a Chile, en enero de 2007. Ahora, en Ecuador hace una campaña increíble. Eso es señal de que tengo ojo para apuntar a buenos jugadores.
Anteriormente, usted le dijo que era muy difícil que equipos de Primera se fijen en técnicos del ascenso. ¿Por qué lo dijo?
Porque no les gusta o qué sé yo. En febrero yo no tenía equipo. A cuatro equipos les recomendé a Mario Bolatti, que no tenía club.
Ninguno me hizo caso. Terminó yendo a Huracán por unos amigos que conozco y fue el mejor jugador de Huracán. Hay que tener suerte, pero también buen ojo.
¿Eso explica por qué usted es uno de los pocos que se fijan en jugadores del ascenso?
Me fijo en las dos cosas: en jugadores del ascenso y también los que fueron al descenso porque hay algunos que son interesantísimos y que a veces es bueno darles una revancha.
Dicen que usted es un gran motivador, pero ¿basta con ser un gran motivador?
No. Si fuera motivador me dedicaría a contar cuentos (chistes) nada más y listo. ¿Para qué voy a trabajar de técnico? La motivación es importante, pero puedo motivar a cualquiera todo el día y no va a jugar en primera.
¿Qué opina usted sobre el hincha de Racing?
Tengo la mejor opinión. Es impresionante. No pensé que iba a tener tanta afinidad. Nunca esperé que me quieran así. Es una gente especial, que vive sufriendo y por eso me tienen como un ídolo porque dejaron de sufrir.