Redacción Construir
Los sistemas integrados de comunicación para casas, conjuntos o edificios son una tendencia en alza. La comodidad y seguridad de la vivienda no podían estar aislados de los avances de la tecnología.
Los portones de estacionamientos que se abren con un control remoto se fabrican en el país. Y para Carlos Mejía estos accesorios son sus juguetes.
Hace 12 años, Mejía inició su carrera en el taller de garajes Flores. Allí aprendió lo relacionado con las puertas automáticas y desde hace poco trabaja independientemente. Su fuerte es el mantenimiento, instalación y reparación de los sistemas automáticos y de todo tipo de motores.
Para la conservación de una puerta eléctrica, Mejía recomienda realizar un chequeo completo una vez por año. “La limpieza de las partes mecánicas, de la cadena, de los piñones, la revisión de controles… están en la lista de lo que se debe hacer”.
Uno de los daños comunes en estas puertas, añade Mejía, es la rotura de las cadenas o de los piñones. “Muchas veces los clientes se olvidan puesto el cerrojo de la puerta y accionan el motor, entonces se producen daños”.
Para el especialista, este trabajo requiere de un gusto adicional. “Uno debe estar dispuesto a ensuciarse porque la tarea se hace con aceite, gasolina y grasa. A mí, rara vez me ve con ropa formal porque mi labor me impide lucir limpio todo el tiempo”.
El funcionamiento de las puertas eléctricas tiene el mismo principio que el de una bicicleta. Pero asimismo recomienda tener un cuidado especial. “Hace tres años sufrí un accidente porque mi dedo se quedó junto al piñón y si no lo sacaba cuando se accionó el motor, lo perdía”.
El chequeo preventivo cuesta entre USD 20 y 30 y se demora alrededor de una hora. Todo dependerá de lo que se haga.