En los orígenes del jazz en Nueva Orleáns, la línea frontal de este género estaba compuesta por la trompeta, el clarinete y el trombón. Esta base fue cambiando y enriqueciéndose de acuerdo con los avances y creación de nuevos estilos.
Danny Gallegos
Clarinetista
Solista ecuatoriano de gran trayectoria. Inició sus estudios con su padre. Realizó otros en Ecuador y Venezuela. Se ha presentado con todas las orquestas sinfónicas del Ecuador. Es clarinetista principal de la Orquesta Filarmónica del Ecuador e integrante del Cuarteto de Clarinetes Caprice.El clarinete ocupó un lugar muy importante en el juego polifónico del jazz de los primeros decenios, cubriendo los espacios por debajo y por encima de la línea melódica conducida por la trompeta. Esto, junto con sus cualidades técnicas, permitió a los clarinetistas desarrollar sus capacidades como solistas y virtuosos antes que los demás instrumentistas, pues con vehemencia, giros súbitos y frases vertiginosas extendidas por largo tiempo lograban seducir al público.
Los clarinetistas criollos de color eran muy admirados por su capacidad para ejecutar diversos tipos de música. Los jóvenes músicos blancos sintieron también la influencia de Nueva Orleans, adoptando sus técnicas y estilos, adecuándolos a sus propias exigencias culturales y ambientales.
Johnny Dodds, junto a Sidney Bechet y Jimmie Nonne, formó el triunvirato por excelencia de los clarinetistas de Nueva Orleans. Dodds fue el que representó un estilo más conservador, más vinculado a la vieja guardia criolla del jazz y fue una influencia importante en clarinetistas posteriores, como Benny Goodman.
El clarinete es protagonista de la revolución musical del jazz. Desde su integración en las primeras agrupaciones jazzísticas y en las big bands, hasta la existencia de grandes instrumentistas de jazz que tomaron el clarinete como vehículo de expresión, como Big Eye Louis Nelson, Sidney Bechet, Johnny Dodds, Eric Dolphy, Benny Goodman, Woody Herman y Paquito de Rivera, entre otros.
Benny Goodman posee una técnica instrumental superior a la de la mayoría de los clarinetistas de jazz.
Muestra de ello son las grandes obras del repertorio universal de clarinete dedicadas a él, como es el caso del Concierto para clarinete, orquesta de cuerdas, piano y arpa, de Aaron Copland, cuyo estilo único, explota los recursos mas variados de la música popular estadounidense.