Bruselas, AFP
La Comisión Europea presentó el jueves un plan de acción para ayudar a los países pobres a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, estimando sus necesidades en 100 000 millones de euros (145 000 millones de dólares) anuales hasta 2020, de los que pidió que la UE aporte hasta 15 000 millones.
“A menos de 90 días” de la conferencia sobre el cambio climático de Copenhague “necesitamos progresar seriamente en las negociaciones”, declaró el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, al lanzar esta propuesta.
“Es por esto que la Comisión pone sobre la mesa la primera propuesta significativa sobre cómo podríamos financiar el cambio climático”, subrayó en un comunicado.
La conferencia climática de Copenhague, del 7 y al 18 de diciembre, está llamada a definir una nueva estrategia mundial de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, causantes del calentamiento global.
Pero los compromisos de las partes llegan con cuentagotas y empieza a asomar el temor de que no se logre un acuerdo ambicioso.
Los 100 000 millones de euros propuestos por Bruselas deben ayudar a los países pobres a desarrollarse ecológicamente y a la vez, a adaptarse a las consecuencias desastrosas del cambio climático.
El monto sería financiado, por una parte, por una ayuda pública internacional procedente de “las naciones industrializadas y de los países en desarrollo más avanzados económicamente”, que la Comisión cifró entre 22 000 y 50 000 millones de euros anuales de aquí a 2020.
La contribución de los países sería calculada en función de “sus capacidades para pagar” pero también de “sus emisiones contaminantes”, según Bruselas.
Conforme a estos criterios, la UE aportaría entre 2 000 y 15 000 millones de euros anuales hasta 2020.
El resto del monto sería financiado por los propios países en desarrollo, que aportarían entre un 20% y un 40% del total, y por el mercado internacional de carbono.