París, DPA
Ninguno de los nueve candidatos alcanzó hoy nuevamente la mayoría absoluta necesaria en la elección del sucesor del director general de la Unesco, Koichiro Matsuura, entre ellos la candidata ecuatoriana, Ivonne Juez De Baki.
El ministro de Cultura egipcio, Faruk Husni, que era considerado el favorito, recibió la mayoría de los votos, al igual que en la primera ronda celebrada el jueves.
De todas maneras no pudo alcanzar la mayoría absoluta, según revelaron fuentes diplomáticas en París poco después de la votación. A favor de Husni votaron 23 de los 58 miembros del consejo ejecutivo de la Unesco.
De esta forma, recibió un voto más que en la primera votación el jueves. Husni fue acusado en el pasado varias veces de realizar declaraciones antiisraelíes.
Distintas organizaciones occidentales de derechos humanos, intelectuales y políticos llamaron por ello a no elegir al egipcio para presidir la Unesco.
La próxima votación en el consejo ejecutivo será este sábado. En total son posibles hasta cinco elecciones, aunque para la última, que se realizaría el martes, se permitirán sólo los dos candidatos con más posibilidades.
Quien resulte electo deberá ser confirmado luego por la conferencia general del 15 de octubre.
Sin embargo, en el pasado las votaciones allí fueron sólo una cuestión formal. En segundo lugar en la votación de hoy quedó la comisaria de Política Exterior de la UE, la austríaca Benita Ferrero Waldner, que quedó apenas por delante de las candidatas de Ecuador, Ivonne Juez De Baki, y Bulgaria, Irina Gueorguieva Bokova, que recibieron ocho votos cada una.
El viceministro del Exterior ruso, Alexander Yokovenko, recibió sólo tres votos, después de haber obtenido siete en la primera ronda. Quedaron fuera de carrera los candidatos de Tanzania, Lituania, Argelia y Benin.
Entre los críticos más acérrimos de Husni se encontraron en los últimos meses los intelectuales franceses Bernard-Henri Lévy y Claude Lanzmann así como el escritor estadounidense y sobreviviente del Holocausto Elie Wiesel.
En mayo difundieron un escrito en el que describen a Husni como un “incendiario espiritual”. En su queja, destacaron que el ministro de Cultura egipcio declaró en 2001 públicamente que la cultura israelí es agresiva, racista y presumida.