La frutilla se siembra en Pichincha, Tungurahua, Imbabura y Azuay. Hay más en Pichincha y su producción va a los mercados de Quito, Guayaquil y otras provincias de la Costa.
En todas, excepto Imbabura, el cultivo es tecnificado, por lo cual está expuesta a una menor contaminación.
En cambio, en la provincia del norte, los campesinos reutilizan los mismos plásticos para varias cosechas, dice Wilson Vásquez, experto en frutas del Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias.
Esa práctica expone a los nuevos frutos, porque las bacterias del anterior cultivo se quedan en el plástico y contaminan. No hay cifras de producción en el país.