Redacción Negocios
Venezuela envió ayer a Ecuador, vía marítima, el primer cargamento de un total de 5 188 000 focos ahorradores que llegarán en calidad de donación. El objetivo es atenuar la crisis energética que provocó apagones desde inicios de este mes.
El delegado del presidente, Rafael Correa, al Comité de Crisis, Miguel Calahorrano, afirmó que por esta entrega, el Gobierno no tendrá que dar nada a cambio. El contingente forma parte del plan de disminución de consumo energético que el Régimen promueve con el cambio de 10 millones de focos incandescentes.
Según, Calahorrano, el Gobierno ha comprado adicionalmente 500 000 focos ahorradores en el mercado interno, los cuales comenzaron a distribuirse desde ayer en Guayaquil. Esta entrega no tiene costo y estará a cargo de brigadas organizadas por la Secretaría de los Pueblos y las empresas eléctricas de distribución.
Las lámparas fluorescentes que lleguen de Venezuela comenzarán a entregarse en las próximas semanas en todo el país, a cambio de los focos incandescentes, los cuales serán destruidos.
Calahorrano indicó que el cambio de tres millones de focos incandescentes por ahorradores representará un menor consumo de 1 000 MW-hora al día, ya que las lámparas fluorescentes demandan la quinta parte de energía que las luminarias normales.
Es decir, una lámpara fluorescente de 20 W produce la misma iluminación que un foco incandescente de 100 W, ya que este último tiene bajo nivel de eficiencia. El déficit de energía del país bordea los 4 000 MW-hora al día debido a los bajos caudales que alimentan a la central Paute.
Adicionalmente, el Gobierno mantiene un plan de reemplazo de lámparas del alumbrado público que actualmente funciona a base de mercurio, por luminarias de tecnología LED y un sistema inteligente de control de iluminación por sensores de movimiento.
De acuerdo con técnicos del Ministerio de Electricidad, el sistema de alumbrado público por sensores de movimientos no podría manejarse con las lámparas de mercurio actuales, ya que reducirían su tiempo de vida útil.
Según los técnicos, los tubos LED pueden encenderse y apagarse sin alterar su funcionamiento (no se queman) y su tiempo de vida es de 50 000 horas como mínimo. En el proyecto también se contempla adquirir lámparas de doble potencia, que pueden variar su entrega de energía de acuerdo con las horas de uso.
Es decir, que para el alumbrado público en horas pico mantienen el mayor nivel de potencia, pero cuando baja el consumo – como en la madrugada-, la entrega baja. Estos sistemas serán adquiridos por el Ministerio de Transportes y Obras Públicas y actualmente están en fase de licitación.