Redacción Sociedad
El peso regular de Beatriz Ortiz, de 45 años, es de 60 kilos. Ella teme, en este mes, subir por lo menos cinco libras. Desde finales de noviembre acude con su esposo a ferias, festivales gastronómicos y restaurantes. El domingo 6 degustó una paella.
Diciembre, por fiestas de Quito, Navidad y Fin de Año, es uno de los meses en el que aumenta la ingesta de grasas, carbohidratos, azúcares y alcohol. El pavo relleno, lechón, hornado, buñuelos con miel, caramelos, chocolates, galletas… son infaltables.
Pero su consumo excesivo causa aumento de peso y problemas digestivos. Según las nutricionistas Verónica Chávez y Gabriela Loza, en diciembre las personas suben de 2 a 5 kilos. Para perder este peso se requiere de al menos dos meses, porque normalmente se baja de 1 libra a 1 kilo por semana.
“En enero es cuando más pacientes tengo”. Normalmente por semana atiende a unas 25 personas, en enero se duplica esa cifra.
Una forma de prevenir transgresiones estomacales es comer de forma moderada. Se pueden ingerir diferentes alimentos a la vez pero en cantidades controladas. Su distribución en el plato debe ser de la siguiente manera: 15% de proteínas, 25% grasas y entre 55 y 60% de carbohidratos. Si se consumen 1 800 calorías, el reparto se hará en base a estos porcentajes, explica Chávez.
Luis Basantes, de 50 años, fue con su esposa a la feria de comida en el parque La Carolina. No le preocupa su peso porque hace deporte. Para Navidad organizará una parrillada y en todas sus reuniones “el vino y el traguito estarán presentes”. La ingesta en exceso de alcohol propicia problemas estomacales.
Según la gastroenteróloga Lucrecia Capelo, irrita el estómago, más aún si se mezclan los licores. Además el alcohol es otro factor para subir de peso, cada gramo tiene 7 000 calorías. Chávez dice que para bajar un kilo de peso se necesita reducir 7 000 calorías en la semana.
Alejandra Vásquez, de 22 años, cuida mucho su peso. Sabe que por su 1,50 m de estatura, no debe pesar más de 110 libras. Con su familia y amigos tienen planes de cenas y agasajos, pero esperará un tiempo prudente entre comidas. “Así no me pierdo de nada y no subo de peso”.
Para digerir las proteínas (carnes, pavo, lechón), el estómago necesita tres horas. También para los postres, en especial los elaborados con leche y huevos.
Por eso se recomienda servir la cena considerando este tiempo. Para los carbohidratos (papas, arroz, fideos, pan…) y para las frutas se requieren de 20 a 30 minutos y para las verduras, una hora. Para Ortiz, “es imposible dejar de comer”, por eso en enero irá al gimnasio, ya está inscrita.
Gabriela Loza recomienda comer de forma controlada. Diariamente se debe consumir de 1 800 a 2 000 calorías, un almuerzo normal no debe pasar de 500.
En un plato básico de pavo relleno hay más de 1 100. La porción de pavo (una pierna) tiene 150 calorías, el relleno de 350, los carbohidratos 200 y el postre unas 400 calorías.