Londres. Reuters
Tras meses de dudas y rumores, el alemán Michael Schumacher confirmó ayer lo que ya era un secreto a voces: 2010 lo verá a bordo de un Mercedes luchando por su octavo título mundial de la F1.
“Mi meta, naturalmente, será estar en el escalón superior del podio al final de la temporada”, adelantó el siete veces campeón mundial, que será compañero de su compatriota Nico Rosberg.
“Planeamos tres años”, añadió el piloto, que cumplirá 41 años el 3 de enero. Schumacher aseguró que su retiro le proporcionó toda la energía que no tenía cuando abandonó la Fórmula Uno, en octubre de 2006. “Me siento como un niño de 12 años que anda dando saltos por ahí”, confesó el piloto alemán.
Según explicó Schumacher, fue una conversación telefónica con Ross Brawn, su director técnico tanto en Ferrari como en Benetton, lo que realmente lo motivó a volver a la máxima categoría del automovilismo mundial.
“Está previsto que pilotee durante tres años”, declaró Schumacher durante una teleconferencia junto a los dirigentes de Mercedes, minutos después de que el director deportivo del constructor, Norbert Haug, oficializara su vuelta a la competición. “Estoy deseando volver a ponerme al volante. Correr en un equipo alemán en Fórmula 1 es algo muy emocionante”, añadió.
Brawn, al que Schumacher conoció muy bien en su época en Ferrari, y Mercedes, que prácticamente le abrió las puertas de la Fórmula 1 hace 20 años, son la combinación perfecta, agregó.
“Me alegro de poder correr con tan viejos amigos como Ross Brawn y los compañeros de la escudería Mercedes”, aseguró Schumacher, que competirá contra pilotos hasta 20 años más jóvenes.
Schumacher disputó su última carrera, su Gran Premio número 250, el 22 de octubre de 2006 en Sao Paulo, tras una carrera en la que ganó 91 Grandes Premios y siete títulos mundiales. “Estoy contento con poder devolver algo de lo que Mercedes me dio en mis primeros días”, señaló Schumacher.
Brawn está convencido de la audaz movida. “Es la mejor elección”, aseguró, en tanto que Rosberg mostró su respeto por su nuevo compañero.
“Competir con uno de los mejores pilotos de todos los tiempos es un gran desafío para mí”, aseguró Rosberg, 17 años menor que Schumacher, con el que formará la primera dupla alemana en un equipo en la historia de la F1.
Mientras la televisión alemana expresaba una comprensible alegría por el regreso de Schumacher, sus nuevos jefes hablaban del cierre de un círculo.
“Era abril de 1991, yo llevaba apenas medio año al frente de las actividades deportivas de Mercedes-Benz y recuerdo a un joven Michael Schumacher que, hablando por la noche conmigo en un balcón, me decía sin el menor atisbo de duda en su voz: lentamente va siendo tiempo de que llegue a la Fórmula 1”.
Ahora, 1 240 días después de su última carrera, Schumacher volverá a devorar una pista, en el circuito de Sakhir, en la desértica Bahréin. Esa carrera del 14 de marzo, apertura del torneo mundial, marcará el renacimiento del mito de las ‘flechas de plata’.
El último título de los Mercedes data de 1955, con el argentino Juan Manuel Fangio, otro de los mejores pilotos de la historia. La escudería Mercedes contará con el apoyo financiero de Petronas, conglomerado estatal malaisio de gas y petróleo que será el principal patrocinador.
Según el diario alemán Bild, ‘Schumi’, como conocen al piloto, firmó con la casa alemana a cambio de USD 10 millones (siete millones de euros).
Tras su retiro, Schumacher siguió ligado a Ferrari en carácter de asesor. En agosto en Valencia estuvo cerca de volver a subirse a un Ferrari como reemplazante del accidentado piloto brasileño Felipe Massa.
No pudo hacerlo por dolores en el cuello, consecuencia del accidente que sufrió en febrero en España con su moto. Pero las especulaciones ya son pasado, el alemán Schumacher está de vuelta, y Bernie Ecclestone, ‘hombre fuerte’ de la Fórmula 1, ya se frota las manos.