‘No hay sombra alguna en la belleza interior”, fue la frase con la que la actriz de ’12 años de esclavitud’ y ganadora del Oscar a Mejor actriz de reparto, Lupita Nyong’o, culminó su discurso en la celebración organizada por la revista Essence.
La publicación neoyorquina realizó una gala en la que premiaron a la joven como Actriz revelación del Black Women in Hollywood (Mujeres negras en Hollywood).
El discurso de aceptación de Nyong’o asombró a los asistentes cuando la keniata-mexicana reconoció que en su niñez y juventud deseaba ser blanca, por considerar que ese color de piel es un estándar positivo de belleza. Su obsesión por el color de piel llegaría tan lejos como para rezar pidiendo ser un poco más blanca, a cambio de no robar cubos de azúcar o no perder su saco en la escuela.
Fue entonces cuando apareció en su vida la modelo británica Alek Wek, a quien describió como una inspiración, “ella era oscura como la noche y estaba en todas las pasarelas y en cada revista”, dijo.
Nyong’o veía su belleza física reflejada en la modelo y fue adquiriendo seguridad en sí misma. El apoyo de su madre le ayudó a darse cuenta de que no necesitaba sostener su confianza en cómo se ve, y espera que su presencia en los medios y en las pantallas de cine sea una fuente de orgullo e inspiración para otras jóvenes que hayan tenido una experiencia similar.