Lima, DPA
El polémico indulto presidencial dado en el Perú por “razones humanitarias” al ex empresario de televisión José Enrique Crousillat generó la renuncia del jefe del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), Jorge León Ballén, según informaciones de prensa conocidas hoy en Lima.
De acuerdo con el diario “El Comercio” la renuncia de León Ballén, que se produjo la semana pasada pero aún no ha sido anunciada oficialmente, ya fue aceptada y en los próximos días debe posesionarse en su lugar el contralmirante en retiro Raúl Haro.
De esta forma continuó la gran polémica desatada pòr la decisión del presidente Alan García de indultar a Crousillat, quien pagaba desde 2006 una condena a ocho años de cárcel por haber puesto en la década de 1990 su canal de televisión, América, al servicio del entonces gobierno de Alberto Fujimori, a cambio de sumas millonarias.
Crousillat, de 77 años, fue indultado hace dos semanas, con el argumento de que su salud estaba muy menguada. No obstante, de inmediato se hicieron públicos informes médicos que demuestran que los males que sufrían el reo eran menores y fácilmente controlables y su estado no tenía dificultades distintas a las propias de su edad.
El indulto generó gran polémica, pues sectores de oposición lo presentaron como una nueva demostración de la connivencia entre el gobierno y quienes sirvieron irregularmente al régimen fujimorista.
Las sospechas apuntan principalmente al presidente de la Comisión de Indultos, Miguel Facundo, del gobernante Partido Aprista.
La renuncia de León Ballén obedece supuestamente a que Facundo ignoró reportes médicos avalados por el Inpe en los que se señalaba que Crousillat no sólo podía permanecer privado de la libertad, sino que además debería dejar la clínica en que estaba internado desde meses atrás y retornar a su celda.
Según ironizó la prensa, el ex propietario de América se alivió automáticamente con el indulto. A pesar de que en fotografías se le ve alicaído en su lecho, ese mismo día se fue de la clínica ufano y hasta anunció planes para radicarse en Argentina y dedicarse a la producción de telenovelas.
Los informes médicos señalan que incluso practicaba levantamiento de pesas. Crousillat y su hijo José Francisco recibieron por lo menos 14 millones de dólares -se cree que la cifra real es considerablemente mayor- a cambio de que América, el canal más sintonizado del Perú, hiciera apología del gobierno y atacara a la oposición, no sólo desde espacios periodísticos, sino también desde programas que teóricamente eran de entretenimiento apolítico.
Las imágenes de los Crousillat recibiendo montañas de billetes de manos del entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos le dieron la vuelta al mundo en su momento y quedaron como símbolo de la corrupción que campeó en el gobierno del ahora preso Fujimori (1990-2000).
Con el indulto, el ex empresario, que tras el escándalo pasó a la clandestinidad y se radicó en Argentina, donde fue ubicado y extraditado en 2006, se quedó además sin pagar los 70 millones de soles (unos 23 millones de soles) que se le habían impuesto como reparación civil. El ministro de Justicia, Aurelio Pastor, advirtió ya que al margen de la polémica el indulto es irreversible.