Santiago Zeas, corresponsal en Bogotá
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) sellaron una alianza estratégica. Su objetivo: combatir al gobierno de Álvaro Uribe, así como la presencia de tropas de EE.UU. en siete bases colombianas.
Hoy, a través de un comunicado, las cúpulas de ambas guerrillas de izquierda anunciaron que unirán esfuerzos para “enfrentar” el convenio militar entre Bogotá y Washington, para redoblar la luchar contra la insurgencia y el narcotráfico.
“Hoy Colombia es convertida en una gran Base Militar a su disposición (de EE.UU.) para ahogar en sangre la resistencia de nuestro pueblo y, desde aquí, pretende hacer retroceder el nuevo proyecto en nuestra América que cabalga por sus valles y montañas”, señaló el comunicado.
En el documento, el Secretariado de las FARC y el Comando Central del ELN dispusieron a su tropa cesar cualquier tipo de escaramuzas y pugnas entre las dos organizaciones.
“Nuestro único enemigo es el imperialismo norteamericano y su oligarquía lacaya; en su contra, comprometemos toda nuestra energía combativa y revolucionaria”.
Esta es la primera respuesta oficial y pública de ambas guerrillas frente al acuerdo de seguridad que permite a soldados estadounidenses el uso de siete bases.