La ministra de Salud, Caroline Chang, dio ayer una rueda de prensa, no tanto para responder directamente a la Fiscal General, que a través de su subrogante Alfredo Alvear anunció que la acusará ante la Justicia, por presunto peculado.
Lo hizo más bien para rechazar las “infamias y denuncias infundadas” del asambleísta socialcristiano Leonardo Viteri, a quien responsabilizó de presionar a la Fiscalía.
Tras sostener que se trata de un complot político “para afectar al Gobierno Nacional”, lamentó que la Fiscalía se haya apresurado, pues no ha revisado el informe de la Contraloría que, según ella, no señala indicios de responsabilidad penal. Su abogado defensor, Jorge Acosta, también indicó que ese informe “no señala responsabilidad penal en contra de la Ministra de Salud”. Este argumento fue desmentido más tarde por el fiscal subrogante (ver nota principal).
Chang, quien declaró que, en este momento, no ha pensado renunciar, negó que las ambulancias adquiridas por Salud sean furgonetas adaptadas. Sin embargo, admitió que las que existen en el país “son importadas o son vehículos, desde camionetas, camiones, furgonetas, adaptadas sí, porque aquí no existen fábricas de ambulancias”.
La Ministra preguntó ¿por qué no se cuestionó a la Corporación Ciudadana de Guayaquil cuando adquirió las mismas ambulancias que compró Salud, pero cada una con USD 8 500 más?
Alvear negó presiones de Viteri. “Con él no tengo ningún nexo”. El asambleísta señaló que su denuncia de supuesto sobreprecio en la compra de ambulancias la inició la Contraloría y no él, el 1 de septiembre de 2007. “Yo presenté documentación en diciembre de 2008. La compra de equipos debe ser técnica”.