Redacción Quito
A las 10:00 de ayer, los pitos de varios vehículos advertían la ansiedad de los conductores que circulaban por la avenida Colón, en dirección a la avenida América, en el norte.
En la intersección de la Colón y Versalles, un automóvil gris encabezaba un pelotón de cinco autos, los conductores esperaban su turno para girar a la izquierda. Esto redujo el espacio de circulación de la vía a la mitad.
De repente, un camión blanco que circulaba por el carril derecho, encendió la direccional izquierda y se detuvo junto a la fila de autos que aguardaban.
Esta maniobra detuvo totalmente el tráfico y generó la molestia de los demás choferes. Juan Caisaluisa, conductor de un bus urbano, contó que las horas pico de la tarde son las más complicadas para tomar el giro en esa intersección. “No se puede construir un carril de viraje porque el parterre es muy angosto y no se puede poner un semáforo de giro porque agravaría la congestión”.
El gerente de la Empresa Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas, Pablo Montalvo, aseguró que se realiza un estudio para identificar las intersecciones más conflictivas y aplicar alternativas que mejoren el flujo vehicular.
Según el asesor técnico en seguridad vial, Jesús Gómez, estas alternativas son varias. Se puede canalizar el tráfico para que rodee una cuadra a la derecha y tome la intersección perpendicularmente. También, se pueden construir carriles de alojamiento (un carril extra a la vía). “Siempre que tenga al menos 2,80 m de ancho”.
En la avenida 6 de Diciembre existe un carril de alojamiento en el que caben hasta seis automóviles que se encolumnan para girar a la izquierda y tomar la avenida República. No obstante, en las horas de mayor congestión, la cantidad de conductores que quieren hacer este giro rebasan la longitud del carril de viraje.
En los 18 segundos que la flecha verde del semáforo permanece encendida, alcanzan a pasar hasta seis autos. La fila de carros se alarga y pronto solo queda un carril de circulación habilitado.
En la ciudad existen 117 intersecciones con giros señalizados a la izquierda. Pero Gómez, dijo que muchos de los giros no fueron implementados en base a un estudio técnico.
Para esto -explicó Gómez- deben tenerse en cuenta la demanda de vehículos que deben hacer el giro, el espacio para construir carriles de alojamiento, la sincronización de los semáforos y el índice de accidentabilidad.
Hace dos semanas, Piedad Quishpe fue testigo de un choque en la esquina de la av. Colón y Rábida. La mujer que atiende un quiosco de confites en esa intersección aseguró que hay choferes que no encienden las luces direccionales y “otros choferes se van encima”. El guardia de seguridad,
Leonardo Mendoza, no se explicaba por qué existe una parada de bus frente a la intersección. “Cuando el bus se detiene en la parada y hay carros que esperan girar a la izquierda todos los choferes que vienen detrás paran”.
Esas largas filas de carros también se pueden observar en la av. 10 de Agosto, en la intersección con la calle Checa.
Ahí existe un semáforo que habilita cada 1 minuto y 18 segundos el giro hacia la derecha. Al mediodía de ayer, varios vehículos quedaron intercalados entre la fila de carros que esperaban para girar a la derecha. En el sitio, el policía Juan Carlos Viteri, dijo que la solución sería instalar una luz intermitente amarilla para el giro. “Así los conductores pueden girar con precaución y no se formarían las largas filas”.
Además de esa posibilidad, Montalvo explicó que también existe un proyecto para recalibrar los semáforos de varias intersecciones con giros y permitir un mayor flujo vehicular. Para eso, el funcionario adelantó que existe un presupuesto de cerca de USD 25 millones para centralizar el sistema de semaforización.