Redacción Guayaquil
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El auditorio del Centro Cultural Simón Bolívar, ex MAAC Cine, en el centro de Guayaquil, estuvo casi lleno la noche del jueves. Hasta allí llegaron familiares y amigos de Rosa Amelia Alvarado Roca.
También lo hicieron personas vinculadas a las letras, a la cultura y a la educación. La noche era especial para la escritora, poeta, periodista y directora de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas: la Academia Ecuatoriana de la Lengua la recibía como una de sus miembros.
Para la investidura, esta entidad organizó una sesión solemne. Juan Valdano habló en representación de Jorge Salvador Lara, director de la Academia. En su corto discurso destacó las cualidades que como escritora tiene la nueva integrante de esta entidad.
Recordó que el español es el tercer idioma que se habla en el mundo (400 millones de personas), luego del chino y del inglés.
Valdano precisó que una de las intenciones de la Academia, con sede en Quito, es trabajar más con Guayaquil. Tener más presencia e interactuar más con académicos, escritores y otras personas vinculadas con las letras.
El turno fue de la académica Susana Cordero de Espinosa, catedrática y estudiosa de la lengua. Primero se refirió a la historia e importancia de la Real Academia Española y de las Academias existentes en los distintos países de América, incluida la del Ecuador. Luego, se refirió a la obra poética de Alvarado Roca.
En ella destacó las cotidianidades que incluye en sus textos y un manejo del idioma que tiene una fuerza expresiva que se concreta en sus poemas. “La poesía es la forma más elevada y a la vez más fundamental del hablar”, manifestó la académica.
Tras la presentación de su ponencia académica ‘La palabra nuestra de cada día’, Rosa Amelia Alvarado mostró su agradecimiento y su compromiso de ser parte de la Academia.
“Queremos una palabra que construya y no destruya, que dignifique y no ultraje, que sea una herramienta para la paz y no para el odio. Este es, señoras y señores de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, mi compromiso con la palabra, la poesía y la libertad”.
Entre sus libros de poesía están ‘Canciones sin Tiempo’ (1984), ‘El Silencio de las Palabras’ (1988), ‘Hilaré mi nostalgia’ (2005), ‘Arena Blanca’ (2007) y ‘Más allá de la rosa’ (2008). También, en 1988, publicó ‘Entre abanicos y recuerdos’. Estudio histórico. Además, fue fundadora y directora de la revista Hogar.