Santiago de Chile. DPA
Chile vivirá el domingo la segunda vuelta para elegir al presidente que guiará al país durante los próximos cuatro años y en las celebraciones del Bicentenario de su Independencia.
Este es el quinto proceso electoral tras su retorno a la democracia en 1990 y se desarrolla cuando los países más ricos del orbe formalizaron el ingreso de Chile al club de las naciones desarrolladas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). El lunes la presidenta chilena, Michelle Bachelet, junto al secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, firmó el decreto que ratifica la participación del país en tan selecto grupo.
El futuro mandatario chileno asumirá un país que dejó de ser una de las economías más pobres de América Latina, con 30% de desempleo en los años 80, para transformarse en la más rica de la región, en términos de ingreso per cápita, según el FMI.
Ocho millones de electores, en una población de 17 millones de personas, escogerán al líder que los gobernará hasta 2014.
Según se espera, el ingreso per cápita de Chile será superior al de Corea del Sur, Portugal y Grecia a principios de la década. No obstante, la gran deuda del modelo libremercadista y de control inflacionario impulsado en Chile es la equidad. De hecho, esa será la gran demanda que enfrentará el nuevo mandatario. En cifras, el 4% más rico, unas 480 000 personas, acaparan el 25% de las riquezas, según datos del Gobierno.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha criticado en varias ocasiones esta característica de una nación que pretende ser una potencia en América Latina. La desigualdad económica es tan profunda que el 20 %de la población más rica recibe un sueldo que supera en más de 13 veces al ingreso del 20 %o más pobre. Pero no solo la Cepal reparó en la mala distribución de los ingresos.
La misma OCDE advirtió a Chile sobre esta situación, a la vez que reparó en la relación de la desigualdad económica con los problemas laborales. Durante los gobiernos de la Concertación los asalariados sin contrato aumentarán de 14 a 17%, según cifras del Instituto de Nacional de Estadísticas (INE). Quien asuma en marzo de 2010 deberá ver cómo administra la nueva riqueza, en especial los ahorros fiscales por más de USD 20 000 millones, el doble del PIB de Bolivia.