Redacción Judicial
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La protesta que se desarrolló ayer, por la muerte de Natalia Emme no tuvo la misma acogida de la efectuada hace ocho días, en la Tribuna de la av. De los Shyris. A aquella llegaron cientos de personas. Ayer, apenas unos 20 amigos y familiares acudieron al parque El Arbolito, centro norte de Quito.
Se agruparon frente al Tribunal Constitucional. A las 10:15 caminaron hacia la Fiscalía, en la av. Patria. En la puerta de ingreso tendieron una gigantografía con el rostro de la joven impreso y una frase: ‘Justicia para Naty’.
Pesántez será citado
El asambleísta por Sociedad Patriótica, Luis Almeida, solicitó la comparecencia del fiscal general, Washington Pesántez; del fiscal de Pichincha, Marco Freire; del Comandante de Policía, Freddy Martínez, y del contralor, Carlos Pólit, por el caso Emme. La Comisión de Fiscalización debe establecer día y hora, para dicha comparecencia, en ocho días.
Virgilio Hernández, asambleísta por País, cuestionó el apoyo que Washington Pesántez recibió de 65 funcionarios de la Fiscalía, a través de un remitido de prensa. “Actuaron como una red mafiosa, donde si le topan al capo, en seguida reaccionan. Eso evidencia un abuso de autoridad”. Por ello, agregó, se buscan los mecanismos para iniciar un juicio político en contra de Pesántez.
Ella fue arrollada el pasado 14 de enero por un Grand Vitara SZ blanco de la Fiscalía, sin placas, en la intersección de la av. América y García de León. Según testigos, lo conducía Aliz Borja, esposa del fiscal Washington Pesántez. Según el parte policial, el agente Wilson Velasteguí, asignado a la seguridad de Borja, aseguró que él iba al volante del jeep y que la mujer iba en el asiento posterior.
El caso se tramita en la Fiscalía de Tránsito de Pichincha, pero a la familia de Natalia le preocupa que, al estar involucrada la esposa del fiscal
Pesántez, la indagación no se desarrolle con independencia. “Los fiscales ya sacaron sus propias conclusiones sin haber esperado los resultados de la investigación”, dijo ayer la madre de Natalia, María Elena Bedoya.
Hizo alusión al remitido de prensa que 65 empleados del Ministerio Público suscribieron el 19 de enero. Allí, ellos señalaron que Borja no conducía el vehículo que segó la vida de Natalia, con base en el parte policial. Pese a que asambleístas y juristas consideraron que los 65 funcionarios de la Fiscalía adelantaron su criterio, el viernes ellos ratificaron el texto del remitido y dijeron que esa era la opinión de todos los empleados del organismo.
En el Hospital de Niños Baca Ortiz, donde Aliz Borja labora como especialista en Oncología Pediátrica, sus compañeros coinciden en que “nunca le gustaba manejar su vehículo”. Por eso, dicen, les sorprendió escuchar que la acusaran de atropellar a Natalia.
Para hoy, a las 09:00, se prevé un plantón de los padres de familia de los niños atendidos por Borja, en el patio de la casa de salud.
El objetivo, anunciaron, es respaldarla para que retorne a sus actividades médicas. Ahora, Borja tiene permiso médico, por una dolencia en el cuello y la columna, estragos del accidente, por un denominado efecto látigo.
“Sus pacientes la quieren bastante, por su calidad humana y profesional”, comenta Ligia Pérez, vocera de los organizadores del plantón. “En consulta externa hay a diario unos 20 ó 30 niños que necesitan de la doctora y ella es la única especializada. No existe nadie más con su preparación”.
Pérez recuerda que en una ocasión, Borja fue a buscar al domicilio a una niña que sufría de osteosarcoma (cáncer óseo) para que siguiera su tratamiento. Y dice que varios niños graves dejaron de ir a consulta. “Pese a la cantidad de personas que atiende, se preocupa por sus pacientes”.
Guillermo Orrico, ex pareja de Natalia, dijo que desde la próxima semana tratarán de formalizar sus acciones de protesta. Cada jueves, aseguró, estarán en las inmediaciones del edificio principal de la Fiscalía (av. Eloy Alfaro).
“Mientras las circunstancias en las que se dieron el accidente no se aclaren y se haga justicia, seguiremos en las calles”. Ayer su hijo cumplió 8 años. Natalia, de 26 años, planeaba una fiesta. Orrico organizó la marcha a la Fiscalía. En la av. Patria, los conductores oprimían el claxon y le animaban para que no deje de luchar.