La celebración con un rifle imaginario de Juan Guillermo Domínguez tras el gol que le marcó el domingo al Deportivo Cali en el partido que el Atlético Junior ganó por 1-0 generó polémica en Colombia.
Domínguez marcó el gol de la victoria a los 52 minutos, de tiro penal, tras lo cual corrió hacia el banco del Cali, se arrodilló y simuló apuntar un rifle contra el técnico de ese equipo, Leonel Álvarez.
El jugador afirmó que hizo el gesto en homenaje a su hermano mayor, Álvaro Domínguez, un volante del Cali que hace dos semanas fue separado de la línea titular por Álvarez, quien lo puso a entrenar con las divisiones inferiores.
“El gol era para él (Álvaro), el festejo fue para el que sabemos”, dijo Domínguez en una tácita referencia al entrenador. “Lo celebré así para apoyarlo en esta situación en la que está.
Para mí, Álvaro es el mejor jugador del Deportivo Cali, es el último campeón, es el ídolo y esos jugadores hay que respetarlos, por eso, esto es para él”, agregó el defensor del Junior. Álvarez, que fue seleccionador colombiano al comienzo de la eliminatoria al Mundial de Brasil 2014, no ahondó en la polémica y dijo que el jugador quería celebrar así y “hay que aceptarlo”.
Sin embargo, algunos comentaristas de fútbol dijeron que la actitud de Domínguez merece una sanción del comité disciplinario de la liga profesional porque fomenta la violencia.
El subeditor de deportes del diario bogotano El Tiempo, José Orlando Ascencio, recordó que el volante Édison Mafla fue sancionado con un partido de suspensión en 1996 cuando celebró un gol que marcó con el Deportivo Cali mostrando la lengua a los hinchas del equipo rival.
“Si una cosa que no parece tan grave mereció castigo, pues lo que hizo Juan Guillermo Domínguez este domingo merece un sanción ejemplar”, opinó el periodista.
“Con lo violento que es ahora el entorno del fútbol colombiano, ¿valía la pena, señor Domínguez, ir a apuntarle directamente al técnico del Deportivo Cali?
Álvarez, por fortuna, tuvo cabeza fría y no le respondió. Ahora, lo que falta es que la Dimayor castigue al jugador, y que no vaya a ser una simple sacada de lengua, como la de Mafla hace casi 18 años”, concluyó Ascencio.