Olga Imbaquingo Revelo. Corresponsal en Nueva York
Barack Obama no podía empezar peor su segundo año en la Casa Blanca. Massachusetts dio un sacudón al Presidente de EE.UU. En ese estado se realizaron comicios para elegir senador y la candidata demócrata perdió frente al independiente Scott Brown.
Los resultados se convirtieron en un referendo negativo para el Presidente y devuelven las esperanzas a los republicanos de reconquistar la Cámara Baja y el Senado en las elecciones intermedias de noviembre.
Analistas republicanos y moderados coinciden en que este revés electoral muestra el estado de ansiedad de los votantes independientes, que aún no ven la luz al final del túnel y una señal de que la economía se recupera.
El triunfo de Brown, quien se presenta como independiente pero comulga con las tesis republicanas, deja a los demócratas sin la ‘supermayoría’ de 60 votos que necesitan para aprobar la reforma de salud. Brown reemplaza al legendario senador demócrata Edward Kennedy, quien retuvo por 36 años ese escaño hasta el día de su fallecimiento.
La reforma de salud hoy está en vilo más que antes. ¿La causa? Brown basó su campaña electoral en la oferta de que bloqueará los intentos de reforma del sistema sanitario que signifiquen aumentar el déficit fiscal.
Para Robert Kuttner, uno de los fundadores de The American Prospect, “es difícil saber qué será peor: no aprobar la reforma y demostrar debilidad política o pasarla y dejar que se convierta en la piñata de los ataques republicanos hasta noviembre”.
Ese es el dilema de Obama, quien además, según Julian Epstein, de Law & Media Strategies, “tiene que gobernar desde dos frentes, uno liberal y otro centrista. Este debe ser el modelo del futuro, porque ese es el mensaje de los electores de Massachusetts”.
Estados Unidos es un país que vive en permanente estado de campaña y elecciones, pero como señala Adam Nagourney en el diario The New York Times, “esta no fue una ordinaria elección, pues deja a Obama con una larga lista de difíciles decisiones”.
“Trabajo, trabajo y trabajo fue el mensaje que enviaron los electores al Gobierno”, dijo ayer Brown en Boston. Fuentes de empleo son las que más faltan desde que comenzó la recesión en EE.UU. en 2007. Cerca de 15 millones de personas están desempleadas.
“El plan de estímulo económico se quedó corto. Vivimos una experiencia económica cercana a la muerte, pero lamentablemente Obama siguió por la misma ruta de Bush, dirigiendo sus esfuerzos más a salvar a los bancos”, escribe Joseph Stiglitz, el Nobel de Economía, en su libro ‘Caída Libre’, que acaba de llegar a las librerías.
El triunfo de Brown aumenta las apuestas de que en la elección de noviembre puede ocurrir un terremoto en la tienda demócrata y Obama está obligado a cambiar el curso de su administración, si quiere evitar otra derrota.