Los Ángeles, DPA
Con su inmaculada belleza, la británica Jean Simmons encandiló en la gran pantalla a los hombres más famosos de Hollywood. Gregory Peck cayó rendido ante su encanto en el western de William Wayler “Horizontes de Grandeza” (1958).
En la película de Stanley Kubrick “Espartaco” (1960), Simmons brilló al lado de Kirk Douglas y Laurence Olivier. En la película de época “Desirée” coqueteó con Marlon Brando, que interpretaba al joven Napoleón.
Murió en la tarde de ayer (hora local) en su residencia en la ciudad californiana de Santa Monica, notificó la agente de la actriz, Judy Page, al “Los Angeles Times”.
Simmons tenía 80 años y falleció a causa de un cáncer de pulmón. Durante más de 60 años, Simmons se colocó ante las cámaras de cine y de televisión.
Actuó en unas 50 películas de cine y en casi el mismo número de producciones televisivas.
En 1958 fue galardonada con un Golden Globe honorífico como “actriz polifacética”.
Entre sus mejores interpretaciones está su aparición en la película “Cara de Ángel” (1952), en la que arrastra a la muerte a su amado (Robert Mitchum).
En “La Actriz” se rebela contra su padre (Spencer Tracy), en la comedia matrimonial “Página en blanco” interpreta a la divertida amiga de Deborah Kerrs y en el musical “Ellos y ellas” actúa con Marlon Brando y Frank Sinatra. Junto con Richard Burton obtuvo el papel de protagonista en el extenso largometraje bíblico “Túnica Sagrada”.
Simmons nació el 31 de enero de 1921 en Londres en el seno de una familia numerosa.
A la edad de 14 años, la hija de un profesor de educación física sin ninguna experiencia como actriz fue elegida para un papel en “Give Us the Moon” al lado de la entonces a la solicitada Margaret Lockwood.
Laurence Olivier la catapultó a la fama mundial encarnándola en el personaje de Ofelia en su película de “Hamlet” cuando no tenía aún ni 20 años.
Para este papel los festivales de cine en Venecia la eligieron como la mejor intérprete, en Hollywood hasta fue nominada a un Oscar.
En 1950 se casó con el también británico Stewart Granger. Ambos se mudaron a Hollywood. Simmons recibió la nacionalidad estadounidense y le fue fiel a su patria adoptiva.
Como estrella de cine hizo una espléndida carrera, sin embargo, su matrimonio no soportó la presión del éxito en Hollywood. En 1960 Simmons se divorció de Granger y le fue concedida la custodia de la hija de tres años fruto de ese matrimonio.
Poco después se casó con el director de cine Richard Brooks, que ese mismo año rodó con ella el film “El fuego y la palabra” con Burt Lancaster en la piel de un predicador hipócrita y Simmons en la de una devota misionera.
Tras otra nominación a los Oscar en 1969 para el drama matrimonial “Con los ojos cerrados” (con John Frosythe y Lloyd Bridges) a partir de la década de los 70 comenzó el declive de su carrera como actriz. Sus apariciones dejaron de ser habituales.
En 1995 actuó junto con Wynona Ryders y Anne Bancroft en la película sobre mujeres “Donde reside el amor”. Simmons se pasó a la televisión y interpretó papeles en series y films televisivos como “El pájaro canta hasta morir”, “Norte y Sur” y “Star Treck: la próxima generación”.
En 2008 asumió el papel de una viuda en el drama familiar británico “Shadows in the Sun”. En agosto de 2008 la ya encanecida actriz acudió del estado de California a Colorado para asistir al festival de cine de Telluride. A la pregunta de quién era el actor con quién más le gustó rodar respondió: “Tuve gran cantidad de encantadores compañeros en la gran pantalla, ¿verdad?”.