Opositores venezolanos residentes en Chile se preparan con vistas a protestar contra el mandatario de su país, Nicolás Maduro, quien asistirá a las ceremonias de cambio de mando cuando asuma el gobierno la presidenta electa Michelle Bachelet, el 11 de marzo.
“Queremos organizar nuestro legítimo derecho a protestar ante la venida de Maduro”, dijo Mary Montesinos, representante en Chile de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), un conglomerado opositor al gobierno venezolano, en declaraciones que recoge hoy, 2 de marzo, la edición online del diario chileno ‘El Mercurio’.
Montesinos dijo que estarán atentos “a todo el cambio político” que representará la nueva administración en Chile porque el gobierno que encabezará Bachelet, a diferencia del actual, el de Sebastián Piñera, “no ha dado una manifestación concreta con lo que pasa en Venezuela”.
La dirigente aclaró que sus protestas son pacíficas y que solo buscan dar a conocer “la mala gestión de Maduro”. Las protestas contra su gobierno han dejado hasta ahora un balance de 17 muertos y decenas de lesionados. “Estamos atentos a la agenda (del presidente venezolano en Chile) para hacer el llamado formal a una marcha que no sea ideológica, sino más bien para expresar el sentir de lo que queremos, que es un llamado a construir una Venezuela de paz y progreso”, subrayó Montecinos.
Los opositores venezolanos no descartan llevar la protesta contra Maduro hasta el mismo puerto de Valparaíso, sede del Congreso Nacional chileno, donde se celebrará el martes 11 de marzo la ceremonia oficial del cambio de mando en la que el conservador Piñera cederá la presidencia a la socialista Bachelet, según anunciaron.
Montecinos dijo que cuentan con el apoyo de federaciones estudiantiles locales y partidos políticos como Renovación Nacional y de la Unión Demócrata Independiente (UDI), reunidos en la Alianza por Chile, el conglomerado que apoyó la presidencia de Piñera. Además, valoró el pronunciamiento del opositor Partido Demócrata Cristiano (PDC), el principal integrante de la coalición de gobierno centroizquierdista de Bachelet, que reprobó las violaciones a los derechos humanos en Venezuela.