Los 11 jóvenes, de no más de 20 años, viajaron el viernes de excursión al nevado El Altar.
Cerca de la comunidad Puelazo, en Chimborazo, las latas y fierros de la unidad 15 de la Cooperativa de Transportes Quimiag continúan en el fondo de un abismo de 150 metros.
El domingo 11 de mayo, el bus se accidentó con 27 pasajeros, de los cuales 12 fallecieron. Hay siete heridos: tres en estado crítico.
Los pasajeros eran los alumnos del séptimo semestre de la Carrera de Ecoturismo, de la Escuela Superior Politécnica de Chimborazo (Espoch), y su docente Ivo Veloz. Ellos regresaban a Riobamba por la vía Puelazo-El Altar, después de una excursión en el nevado.
La vía de tercer orden por la que circulaban es angosta y el suelo estaba flojo y resbaloso por las lluvias. Presuntamente, el conductor no pudo maniobrar para esquivar un pequeño deslave, caído en una curva cerrada, y se fue al precipicio. La Policía investiga las causas. “Nos fuimos emocionados, como siempre. Estábamos aprendiendo sobre El Altar y los potenciales atractivos turísticos que podíamos promocionar, nunca me imaginé que este viaje tan esperado por todos se iba a convertir en una tragedia“, cuenta conmovido Nelson Jara, uno de los sobrevivientes.
Los chicos, que en su mayoría tenían 20 años, se embarcaron el viernes 9 de mayo. Equipados con carpas, bolsas de dormir y otros implementos para el campamento, caminaron por cerca de cuatro horas hasta el sitio donde pasaron la noche.
En la gira, su profesor de técnicas de guianza les mostró las rutas seguras para el andinismo y cómo llegar a la cumbre. También les explicó cómo orientarse en el campo, las formas adecuadas de ascender en grupo y otros conceptos.
Tras tres días de aprendizaje, los estudiantes aspiraban regresar a sus casas a tiempo para festejar el Día de la Madre. El bus los recogió a las 13:30 del domingo en el sector La Bocatoma; allí se subió también Ana Shilquigua, de Puelazo, quien pidió que la llevaran. “Yo estaba de pie, junto a dos amigos, nos estábamos riendo y molestando cuando de repente empezamos a girar. Salí disparado, me sostuve de unas plantas y cuando regresé la mirada, vi a mis compañeros dispersos en el piso”, relata Jara.
Cerca de 15 minutos después, los habitantes de las comunidades cercanas, personal de la Cruz Roja y del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Nacional llegaron al sitio. “Nosotros ayudamos a los chicos, les dimos agua y los colocamos en las camillas”, cuenta Carmen Muyolema, de la comunidad El Tablón.
Por la caída y los fuertes golpes fallecieron de inmediato Verónica Sánchez, Verónica Pilco, Santiago Quishpe, Diana Taipe, Gabriela Pilatuña, Jésica Janeta y Ana Shilquigua.
Mientras que 10 estudiantes y el docente fueron trasladados en estado crítico a los hospitales Docente de Riobamba y Seguro Social, y la Clínica Metropolitana. La madrugada de ayer, Cristian Arévalo, Nelson Jami e Ivo Veloz se sumaron a la lista de víctimas.
Hay otro fallecido, pero aún no ha sido identificado. Sus restos son velados en una capilla ardiente que se levantó en la Espoch y hoy serán enterrados. “Nuestra institución está de luto. Las actividades se realizarán con normalidad, pero los estudiantes de la escuela de Ecoturismo tienen permiso para acompañar a las familias de sus amigos”, dice Geovanny Novillo, rector encargado.
Entre tanto, los habitantes de Quimiag reclaman por el mal estado de la vía que conecta a 13 comunidades con el centro de la parroquia. “En los inviernos, esta vía de dos carriles es muy peligrosa por los deslaves. Desde hace cinco años pedimos a las autoridades que la mejoraran”, indica Amanda Cono, de Puelazo.
Miguel Ángel Bravo, jefe de la Policía de Tránsito de Chimborazo, explica que los accidentes que se han dado en la provincia se deben exclusivamente a la impericia de los conductores, la negligencia y el irrespeto a las señales de tránsito. “Conducir por una vía en malas condiciones es un error humano, porque no se analiza el peligro”.
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