Ciudad del Vaticano. ANSA
El vocero oficial de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo ayer que la Iglesia Católica ni se calla ni piensa callarse ante los abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
En una declaración transmitida por Radio Vaticana, reaccionó a las acusaciones de “silencio cómplice” lanzadas por el Ministerio de Justicia de Alemania, a la vez que en los Países Bajos y Austria los episcopados locales anunciaron que enfrentarán “con franqueza” el problema.
Lombardi sostuvo que la Iglesia reaccionó “con rapidez y decisión” a las revelaciones sobre abusos paidófilos, demostrando “voluntad de transparencia”, y elogió a la primera ministra Angela Merkel, porque corrigió los dichos del Ministerio de Justicia. De todas formas, dijo, “no se puede negar la gravedad de la crisis que atraviesa la Iglesia”, como quedó confirmado a su vez por la entrevista concedida por el hermano del papa Benedicto XVI, Georg Ratzinger, a un diario alemán.
En ella pidió perdón a los niños de los Pequeños Gorriones de la Catedral de Ratisbona, reiterando que nunca estuvo al corriente de los abusos sexuales que sufrieron. Sin embargo, admitió que en sus años de director del coro de la ciudad de Baviera probablemente dio “alguna bofetada demás” a los chicos.