Los eléctricos vencieron 1-0 a la Universidad Católica en el estadio George Capwell, anoche. El único gol del partido lo marcó el juvenil Marcos Caicedo, a los 43’ de la primera etapa.
Los millonarios, pese al triunfo, salieron de la cancha en medio de la silbatina de su hinchada. El juego previsible y sin profundidad generó esa reacción.
Emelec tuvo su primera oportunidad de gol a los 30 segundos de haber iniciado el partido. Los locales buscaron sorprender a la Universidad Católica e imponer su ritmo de juego. Pero se quedaron únicamente en el intento.
El conjunto camarata le tomó el pulso a los azules desde el primer minuto. Frenó los tibios ataques del equipo que dirige el argentino Jorge Sampaoli y se defendió apropiándose del balón.
Los dirigidos por el chileno Fernando Díaz rotaron la pelota y la manejaron con precisión. Coparon el medio campo y proyectaron a Óscar Baguí y Miguel Ibarra, sus laterales, al ataque.
La ‘chatoleí’ fue un equipo ordenado para marcar. Presionó, hasta con tres hombres, a los jugadores más hábiles del conjunto millonario. Santiago Morales y Álex Bolaños bloquearon a David Quiroz y Joao Rojas.
Sampaoli realizó una variante táctica a los 30’ de la primera etapa: sacó al defensa Mariano Mina y dispuso el ingreso del delantero argentino Santiago Biglieri.
Gabriel Achilier, quien hasta ese momento jugaba como carrilero por la banda izquierda, retrocedió a la zaga y el juvenil Marcos Caicedo dejó la zona de ataque para ocupar el lugar que había dejado Achilier.
Mina salió directamente al camerino y se fue gesticulando en contra de Sampaoli. 13 minutos después de haber dejado la zona ofensiva, Caicedo abrió el marcador con un soberbio disparo de media distancia.
En la segunda etapa, el medio campo de la Católica ganó dinamismo y movilidad con el ingreso de Walter Iza.
Los eléctricos mantuvieron el mismo estilo de juego de la primera etapa. Se preocuparon más por defender el resultado y, con este fin, se dio el ingreso de José Luis Quiñónez por Jaime Ayoví.