Redacción Sociedad
En un acogedor espacio de la biblioteca del Colegio La Condamine, en Quito, 11 pequeños escuchan atentos. Con interés siguen las líneas del cuento ‘La Composición’, del escritor chileno Antonio Skarmeta.
Son las 09:00 del jueves 11. Manuela, de 8 años, frunce el ceño al escuchar los tonos altos y bajos de la voz de su profesora Marta Tapia. Ella lee en francés.
Un espacio en la radio
El programa ‘Sueños de Papel’ (91.7 AM) habla de literatura infantil los viernes, a las 17:00. La locutora lee varios relatos.
La colección de cuentos de Barbie circula todos los martes en los puntos de venta de EL COMERCIO. Para solicitar la serie completa, se puede llamar al número 2 677 888.El relato se desarrolla en la época de la dictadura militar chilena. Una lluvia de preguntas surge a la mitad del cuento y la profesora responde a las dudas con precaución. Sabe que los niños están aprendiendo.
La idea, dice Tapia, es que conozcan los procesos. “Con el cuento quieren saber qué es una dictadura y, obviamente, hay que explicarles que eso sucede en algunos países”.
Luego de la lectura, todos discuten. Rodeados de estantes con 15 000 títulos, entre libros y videos, Manuela y sus compañeros aprenden sobre la historia política de Latinoamérica. Lo hacen de una manera lúdica.
“Se busca que participen. Después se hacen teatralizaciones y así también aprenden a expresarse en francés”, señala Tapia.
Pese a los avances tecnológicos, los docentes aún recurren a esa forma clásica de enseñar: los cuentos. Por eso, la escritora ecuatoriana Edna Iturralde dice tener en su pluma una gran responsabilidad. “Los niños son jueces más severos. Uno debe ser experto en usar el lenguaje adecuado”, dice la autora de libros como ‘Un país llamado Ecuador’ y ‘Cuentos sobre Quito’.
Los relatos de Iturralde hablan de la selva, de los montubios, de los quechuas, del país. “Escribo más de heroínas que de héroes, para que las niñas sepan que también pueden rescatar a sus príncipes”, aclara.
La escritora estuvo el viernes pasado en el programa de radio ‘Sueños de Papel’, de Juana Neira, quien lee para los niños en Radio Visión (91.7 AM). “Estamos bombardeados con la
TV, la Internet y los juegos electrónicos… pero los cuentos avivan más la creatividad”, señala Neira.
En efecto, los cuentos son parte del aprendizaje para los niños de primero de básica del Colegio Bequerel. Ellos leen dos relatos semanales. La tarea es cambiarle el título y el final a las historias. Así, David lee ‘Para qué son los amigos’. Luego, con su madre, discute el desenlace.
Mientras que en el Colegio Etievan, los más pequeños recibieron un libro por Navidad. Durante el año lectivo deben intercambiar los textos entre ellos y así compartir las lecturas.
Ese acercamiento a los relatos es importante desde los primeros años de los pequeños, dice la psicóloga Belén Escobar. “Y más si los cuentos tienen pictogramas. Se desarrolla la interpretación. Eso será indispensable en el proceso de aprendizaje”.
Esta práctica tradicional es una de las más usadas en la Escuela Municipal San Francisco, en Quito. Los niños escuchan ‘El bosque de la amistad’, un cuento transmitido oralmente. Nadie sabe quién fue su autor.
La profesora Mercedes Acosta pide a sus alumnos que dibujen su versión de los personajes, luego los recortarán y pegarán en la cartelera. A través de los cuentos, dice la maestra, se descubren muchos valores. No en vano, David, de 6 años, aprendió que “hay que ser buenos amigos, a pesar de las grandes diferencias”.
En otra aula están Jennifer, Paola, Sarita… ¿Cuáles son sus cuentos favoritos? Los estudiantes levantan la mano para nombrar a ‘Mickey Mouse’, ‘Caperucita roja’, ‘El gato con botas’,
‘El león y el perrito’, ‘La cenicienta’, ‘Los tres chanchitos’, ‘La sirenita’, ‘El Rey Midas’, entre otros.
El cuento del día es ‘La cabra y la huerta’. La docente Lucía Rodríguez utiliza una ‘televisión manual’, una caja de madera donde coloca un rollo de papel con dibujos y textos. Gira una manivela y el cuento aparece en la pequeña pantalla de papel.
Días antes, los estudiantes visitaron el zoológico. El cuento refuerza esa actividad, ayuda a diferenciar entre animales domésticos, salvajes y del campo, dice la maestra. El siguiente paso en esta aula será la creación de sus propias historias.
Punto de vista
Rosario Terán / Máster en Psicología y Pedagogía
‘Los relatos desarrollan la crítica’
La lectura de cuentos es importante en cuanto al desarrollo del lenguaje y la creatividad de los niños. Ayuda a la concentración, a la imaginación y al conocimiento de los valores.
Los cuentos infantiles son un recurso que se usa en lenguaje, pero incluso puede ser usado para enseñar matemáticas. Los niños, de todas las edades, desarrollan su vocabulario y así tienen una mejor comprensión del mundo y de posteriores lecturas.
Lo importante es que los cuentos sean apropiados para la edad y el proceso mental de los niños. La educadora debe ser una experta para orientar a los pequeños. Así ellos pueden desarrollar su capacidad crítica con una lectura y escritura comprensiva que les permita analizar. No solo se trata de que el niño reciba información. Con el análisis se elaboran y conocen los conceptos.