La información oficial sobre la violencia se lleva con hermetismo. Las cifras del crimen en Ecuador no son de libre acceso desde el 2012, cuando se dejó de alimentar la web del Sistema de Información para la Gobernabilidad Democrática (Sigob) y la Policía debió blindar sus datos.
Al finalizar ese año, el país registró un récord. El Gobierno anunció que la tasa de homicidios había descendido a 12 crímenes por cada 100 000 habitantes: en el 2009 aquella tasa era de 18 homicidios y superaba a la de México (14).
El actual Ecuador, según el último boletín oficial, se asemejaría a la Costa Rica del 2010: con apenas 10,8 crímenes por 100 000 habitantes en 2013. Si bien las cifras hablan de una reducción de los homicidios, el combate integral a la violencia radica en la capacidad estatal de identificar su causalidad y la impunidad.
Costa Rica ocupa el puesto 36 del Índice Global de Paz (a más bajo puntaje, mayor paz), porque -entre otros factores- su Justicia condena cuatro de cada 10 crímenes. Ecuador está en la casilla 85. La Fiscalía indaga solo el 20% de homicidios y logra una condena por cada 10 muertes; lo que da cuenta del alcance de la reforma judicial y de las tareas pendientes en seguridad.