Y a no hay duda: el duelo entre Liga y Barcelona se convirtió en el cotejo más importante del Ecuador. Por eso, el eslogan de Teleamazonas para promocionarlo, ‘más que un clásico’, le calzó perfecto. La pugna entre albos y canarios no es un mero duelo local, cantonal o provincial. Es una pelea entre el equipo más popular del país contra el más popular de Quito. Es un duelo entre clubes que se disputan el membrete de máximos representantes del fútbol ecuatoriano. ¿Cuál lo representa mejor, el Barcelona con 13 títulos en sus vitrinas y sus gestas que calaron hondo en el pueblo, o los títulos internacionales de Liga que le han permitido cosechar un respeto en el ámbito internacional?Por supuesto, esto ha resentido a los emelecistas, que se niegan a que el clásico del Astillero caiga en la categoría de partido provincial. Malas noticias: su clásico no es nacional. Nunca lo ha sido por una cuestión de lógica: si la mayoría de quiteños era auquista y hoy es liguista, ¿cómo era posible que el duelo Emelec-Barcelona fuera nacional? ¿Quién no supo sumar? La cosa se complica si se agregan los cuencanos, casi todos afines al Cuenquita. ¿Emelec con rango nacional? Jamás, porque no tiene con qué pelear una representatividad nacional, algo que Liga sí lo merece desde 2008.El problema es confundir la historia con la importancia. El clásico del Astillero es venerable, pero no es más importante que Barcelona-Liga o Liga-Deportivo Quito. Solo es más antiguo. Los tres partidos hoy llenan estadios, pero el duelo de canarios con albos es el que enfrenta dos visiones del mundo, dos maneras de gozar con el fútbol y dos historias, las más ricas del país.