Redacción ConstruirEn realidad todo lo que tiene que ver con la museografía y la decoración de interiores le gusta. Pero lo que verdaderamente apasiona a Eugenio Cevallos, un artesano tan quiteño como la casa en la que vive, es la restauración.Su vivienda está ubicada en el tradicional barrio de San Marcos, en el Centro Histórico de Quito. Por fuera se ve como la casa del siglo 19 que es; por dentro sufrió un cambio radical. La transformación nació de su creatividad pero, claro, trabajó con profesionales de varias ramas en la restauración de la casa.Hace un tiempo lo contrataron para que participe en la readecuación de la casa en donde ahora funciona el Museo de Acuarela Muñoz Mariño. Allí, el experto trabajó en los modernos sistemas que tiene el escenario. Por ejemplo, cuenta, se pusieron sensores de movimiento para la iluminación de las acuarelas. Cuando los visitantes ingresan y se acercan a los cuadros expuestos, se encienden las luces. La idea es evitar que la energía eléctrica pueda dañar las imágenes. En su casa la técnica de luminarias es la misma pero ahí se utiliza solo luz blanca.La sonorización es otro de los detalles , la música se escucha en todas partes. Las dos chimeneas y la estufa fueron montadas.Al trabajo de museografía se le añaden sus dotes de decorador de interiores. En su casa, la mayoría de espacios se conservaron aunque cambiaron de funcionalidad. Así, la terraza se convirtió en un moderno comedor con paredes pintadas de rojo con un estuco muy de la época actual.En el techo interior, el carrizo le da un toque estético y a la vez complementa al gypsum y a la dureza de las vigas de madera.El amor por los jardines es también su baluarte. Se las ingenió para hacer crecer un árbol en el medio del patio de su inmueble. Además, también instaló, a un costado del lugar, una cascada que sirve también para la relajación por el sonido del agua.La reutilización de materiales es otra de sus fortalezas. Implementó su taller en uno de los dormitorios laterales de la casa. El lugar se parece a un quirófano por la presencia de bisturís, pinzas, planchas especiales… En la escuela del Banco Central, en donde cuenta Cevallos que aprendió el arte, una de sus maestras hacía que los alumnos rotaran por todas las áreas de restauración. Trabajé en pintura de caballete y mural, en cerámica precolombina, en escultura… Tengo más de 20 años de experiencia en esto.Al cuadro en el que trabaja actualmente, que tiene más de dos siglos de antigüedad, estaba saliéndosele la pintura. Le vamos a hacer un trabajo de consolidación que consiste en adherir de nuevo el color al soporte. Se hace sobre una mesa y se trabaja con papel japonés y un consolidante utilizando calor y presión.