El Arrastre de Caudas es un ritual fúnebre que se realizó por primera vez en la Catedral de Sevilla (España) en el siglo II después de Cristo, luego se lo instauró en Perú y hace 50 años en el Ecuador. Esta costumbre católica proviene de una tradición implementada por el Imperio Romano.
Cuando un general moría en batalla, el jefe de la legión batía el estandarte sobre el cuerpo del militar y luego sobre la tropa. El objetivo era que, de esta manera, las destrezas, la energía y los méritos del muerto pasaran a sus soldados.
De igual forma, el arzobispo pasa la bandera sobre el altar, esto representa a Cristo muerto en la cruz y resucitado. Luego, sobre los canónigos postrados, que representan al pueblo católico.
En el ritual, el color negro simboliza la humanidad ennegrecida por el pecado y el luto por la muerte del Señor; el rojo de la cruz sobre la bandera es el martirio; el púrpura, la penitencia, y el blanco, la pureza.