La reciente visita del Subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental sirvió para que Ecuador y Estados Unidos examinaran algunos temas de interés común. El presidente Correa no podía dejar de conversar con tan alta autoridad de un país que es el primer socio comercial del Ecuador y, por añadidura, la máxima potencia mundial. Además, debía cumplir con el mandato de sus colegas de Unasur de gestionar una reunión con el presidente Obama.Las relaciones comerciales del Ecuador con Estados Unidos son de evidente prioridad y tienen mucho que ver con las preferencias que Washington otorga unilateralmente a los países andinos que cooperan en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas. El presidente Correa es opuesto a los tratados de libre comercio, pero hay otros mecanismos que deben negociarse con Washington a fin de que las preferencias dejen de ser una concesión anual y se conviertan en un acuerdo bilateral, de obligatorio cumplimiento, que permita planificar la producción y el desarrollo industrial de nuestro país. El Gobierno se ha limitado a sugerir que las preferencias se otorguen cada tres años. El tema de las relaciones entre el Ecuador e Irán era insoslayable. Correa ha defendido el derecho soberano de mantener buenos contactos con todos los países, con mayor razón si así puede “vender unos bananos” a Teherán. Estas dos razones son válidas, pero tienen que ser esgrimidas a la luz del interés nacional. El acercamiento a Irán nos está causando dificultades y perjuicios que podrán tomar mayor volumen. Expertos del Banco Central ya lo advirtieron hace muchos meses. No se trata solamente de la eventual aplicación de sanciones previstas por la ONU, sino de lo que la sabiduría popular expresa en el refrán “Dime con quien andas y te diré quien eres”. El Ecuador es soberano para escoger sus amigos, pero debe ser sabio para acertar.Aunque desde una óptica diferente, el tema de los emigrantes es esencial para ambos países. Obama está dispuesto a tomar medidas para regularizar a determinados sectores de la masa de emigrantes. El Ecuador debe argumentar sistemáticamente para que se aceleren las medidas de protección de los emigrantes y de irrestricto respeto de sus derechos humanos.Es muy significativo que Valenzuela se haya referido a las relaciones del poder con la prensa. Su criterio se resume en el reconocimiento de que la prensa libre es indispensable para la democracia, axioma válido académicamente, políticamente y a la luz del derecho internacional. Correa replicó que de ese mecanismo se valen opositores “que perdieron las elecciones”.El diálogo presidencial con Valenzuela parece haber sido franco y cordial, pero está lleno de implicaciones…