Bogotá, DPA
Un juez colombiano dejó hoy en libertad al catedrático Rubén Granda, que había sido arrestado el lunes anterior a raíz de una investigación por presuntos vínculos con la guerrilla de las FARC, grupo del que un hermano suyo es jefe de relaciones internacionales.
Granda había sido detenido junto con su esposa, Elba Aranda, y un pariente identificado como Carlos Palacio, pues investigaciones de la Policía y la Fiscalía apuntan a que ellos serían testaferros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El profesor universitario dijo que es inocente y que estaba siendo acusado de cometer “un delito de sangre” por ser hermano de Rodrigo Granda, conocido como el “canciller” de las FARC.
Rodrigo Granda fue excarcelado en 2007 por orden del presidente Álvaro Uribe, quien aceptó una petición en ese sentido de su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, quien dijo que el jefe guerrillero podría gestionar la liberación de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, quien entonces estaba secuestrada.
El jefe guerrillero salió del país cuando quedó en libertad y retornó a la clandestinidad, mientras que Betancourt fue rescatada al año siguiente junto con otros rehenes en una operación militar.
Según investigaciones citadas por medios de prensa, las autoridades investigan si una firma llamada Inversiones Granda Restrepo, que posee fincas, un condominio de casas, una embotelladora de agua y una mina de oro, ha sido usada por las FARC como fachada para actividades financieras.
Entre los dueños de esa firma figuran Rodrigo Granda, su esposa Yamile Restrepo y una de sus hijas, así como Rubén Granda y otros familiares.
Al salir de la celda donde estaba recluido, Rubén Granda comentó que el juez de control de garantías que lo dejó en libertad junto con su esposa y Palacio cuestionó la legalidad de las pruebas que fueron presentadas por la Fiscalía y Policía para sustentar las capturas.
El catedrático dijo que durante los interrogatorios a los que fue sometido pudo demostrar que sus propiedades fueron adquiridas con los salarios pagados por varias universidades en las que ha trabajado en los últimos 27 años y con las regalías que sigue recibiendo por la venta de tres libros que ha escrito.
“En la actualidad no tengo ninguna comunicación con mi hermano. La última vez que lo vi fue en el Episcopado cuando el señor presidente de la República lo nombró gestor de paz (poco después de ser excarcelado)”, dijo Granda a la edición en internet del diario “El Tiempo” de Bogotá.
El nombre de Rubén Granda fue encontrado en correos electrónicos archivados en las computadoras decomisadas por el Ejército colombiano en marzo de 2008 tras el ataque contra un campamento que las FARC tenían en Ecuador, en el cual fueron abatidas 25 personas, entre ellas alias “Raúl Reyes”, quien era el segundo jefe del grupo armado.
“Sobre la orden de mi libertad el señor juez se refiere a eso como una prueba que no tiene ninguna validez, porque ¿cómo demuestran ellos que ese era el cuaderno de ‘Raúl Reyes’?. Todas estas pruebas fueron lo que llevaron a mi libertad”, afirmó Granda.