Luis Cheme. Guayaquillcheme@elcomercio.com
Barcelona
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El NacionalJuan Samudio marca la diferencia en Barcelona. Pese a que no siempre es titular, cuando el ‘Mágico’ está en la cancha el equipo tiene variantes en el ataque y sobre todo anota más goles.El pasado sábado, el ‘Mágico’ posibilitó la victoria de Barcelona ante El Nacional. Esta es la tercera vez que el equipo amarillo gana un partido por un tanto suyo: en la séptima jornada anotó ante Espoli en Santo Domingo y en la octava jornada volvió a anotar en la victoria ante el Manta. Samudio es de esos goleadores que pueden pasar muchos minutos desapercibidos, pero cuando aparecen suelen ser letales.
La figuraJuan Samudio pescó la primera oportunidad Regresó a la titularidad después de estar dos partidos en la banca de suplentes. Pese a que no tuvo muchas opciones para marcar, aprovechó la primera que tuvo. Salió de la cancha en medio de aplausos.La contrafiguraÉdison Preciado no inquietó al rival Su trabajo en la zona ofensiva de El Nacional pasó desapercibido. No fue un buen complemento para Christian Suárez. Pese a eso, el técnico Jorge Luis Pinto lo mantuvo en la cancha los 90 minutos.CuriosidadesLos dos equipos salieron juntos al campo de juego escoltando la bandera del Fair Play (juego limpio).Esto fue aplaudido por los cerca de 35 000 hinchas canarios que llegaron al estadio Monumental. El técnico Juan Manuel Llop vivió con intensidad el partido. Continuamente arengó a sus jugadores y cuando las cosas no estaban bien lanzaba su botella de agua al suelo. ¡Así es el estrés!Barcelona realizó el calentamiento previo al partido en la cancha. Desde hace dos años, el equipo no realizaba los ejercicios en el gramado, producto de sus malas campañas. La afición ovacionó al equipo, sobre todo a Máximo Banguera y a Juan Samudio.
El sábado frente a los criollos hacía un partido más bien opaco. En el primer tiempo sus opciones frente al arco fueron escasas y en el segundo tiempo tampoco generaba peligro.Sin embargo, a los 57 minutos, cuando dispuso de una oportunidad clara, no perdió tiempo y ratificó su condición de indispensable. Se ayudó con la mano para dominar el balón (un detalle que el árbitro Samuel Haro no notó) y luego definió ante el guardameta Rorys Aragón. El atacante guaraní igualó, con cinco anotaciones, a Martín Mandra (Manta) y a Hernán Barcos (Liga de Quito). Barcelona sigue celebrando su primer lugar en la tabla de posiciones. El cuadro torero gana, pero no convence. Sin embargo, el fútbol está marcado por los resultados y hasta esta jornada, estos le dan la razón al técnico Juan Manuel Llop.El ‘Chocho’ leyó bien el partido ante El Nacional, un equipo que ofreció lucha durante largos tramos del partido. Llop mantuvo en la cancha a Samudio, consciente de su peligrosidad.El planteamiento defensivo del estratega colombiano, Jorge Luis Pinto, causó desesperación en Llop. Constantemente recriminó a sus jugadores cuando perdían la pelota y cuando no lograban cruzar la mitad de la cancha.El Nacional tuvo una actitud conservadora durante los primeros minutos del compromiso, pero a medida que transcurrieron los minutos encontró la fórmula para hacerle daño al rival. Michael Jackson Quiñónez se movió por todo el frente de ataque. Su habilidad causó problemas en los defensores canarios, a los que esta vez no les funcionó el anticipo en la marca.La disposición de Pinto fue clara: defender su portería y apostarle al contragolpe. La superioridad numérica que ejercieron a la hora de marcar Luis Bolaños, Matías Oyola y Ricardo Noir impidió que el medio campo amarillo generara peligro en el arco de Aragón.Pese a que Barcelona tomó la iniciativa desde el inicio, no supo administrar la pelota y cayó en imprecisiones constantes. Los militares fueron más prolijos a la hora de manejar la pelota. Rotaron el balón de un lado a otro y fueron efectivos en el traslado. Eso le impidió a Barcelona recuperar fácilmente el esférico.En la segunda etapa, los dos equipos tuvieron actitudes diferentes. Los cambios que realizaron los técnicos en la mitad de la cancha le dieron mayor movilidad a sus equipos. Luis Miguel Garcés reemplazó, en Barcelona, a Bryan de la Torre, jugador que en la primera etapa aportó poco en la creación y estuvo dubitativo en la marca. En el equipo visitante salió Paúl Minda e ingresó Fabricio Guevara, jugador que, junto con Michael Quiñónez, causó peligro en el arco de Máximo Banguera. Pero tras la anotación de Samudio, Barcelona recuperó la confianza y empezó a distribuir mejor la pelota. En esa tarea, fue fundamental el trabajo del argentino Matías Oyola, quien no solo generó juego ofensivo sino también tuvo tiempo para la marca. En los últimos minutos Barcelona fue un equipo solidario: todos pugnaban por recuperar el balón y tenerlo en su poder la mayor parte de tiempo. Al final, Llop y los suyos celebraron una nueva victoria de la mano de Samudio.