Para los creyentes, resucitar a una nueva vida es aceptar de buena voluntad el mensaje de Jesús, cumplir sus mandamientos y ponerlos en práctica como normas y guías de vida.
La resurrección del Señor significa que Él, al vencer a la muerte -a través de tan extraordinaria manifestación- los hombres lo hayamos reconocido como Hijo de Dios y Salvador; y que nosotros seremos resucitados por Él y en Él.
Morir físicamente no es la única forma de morir; existen otras formas de muerte: espiritual, moral y ética ante situaciones que humanamente no podemos solucionar. Que hoy su resurrección deje en nuestra mente y corazón el ferviente compromiso de cambiar y hacer el bien; pues, siendo justos ante sus ojos lo seremos también ante nuestros semejantes. ¡Felices Pascuas de Resurrección!
Gustavo Ramos Mancheno