Eran las 07:00 de ayer y la lluvia seguía fuerte y pertinaz en Piedra Fina, un pueblo a media hora de la parroquia El Reventador (en la provincia de Napo).
En Piedra Fina, el pasado martes se produjo el descenso de lodo y piedras (lahar), que destruyó el puente sobre el río Marker y parte de la vía que une Baeza con Lago Agrio (en la Amazonía).
fakeFCKRemoveLas intensas lluvias que se han presentado en estos días provocaron este deslizamiento por el flanco oriental del volcán El Reventador, en donde nace el río Marker.
En el sitio se observan piedras de gran tamaño (de tres metros de diámetro) que bajaron por el río. Esas piedras estaban acumuladas cerca del río y con la fuerza de los aguaceros se desprendieron.
Carlos Megano esperaba en la mañana de ayer al otro lado de la vía ininterrumpida. Madrugó para ser el primero en pasar. “Diosito, tienen que darme paso sino cuánta plata me saldrá”, repetía. Estaba sentado junto al conductor de la camioneta que contrató para llevar sus pertenencias y a su familia (dos hijos y su esposa) hasta Quito, donde trabaja.
“Desde el martes estoy en el viaje. Salí desde Lago Agrio y me tocó dormir en El Reventador. Guardamos la camioneta con todas las cositas que tenemos. Ahí está la tele, las camas, la cocina, la refrigeradora, la ropa’”.
Contrató el transporte por USD 120, pero ahora no sabía cuánto más tenía que cancelar por el día de retraso. Por lo pronto contaba: “Me tocó gastar USD 50 adicionales en el hospedaje y la comida”.
En la vía dañada, trabajan dos máquinas que retiran las piedras de hasta tres metros de diámetro.
Dejaron libre una parte del carril y permitieron el paso a la camioneta. El vehículo avanzaba lentamente, pero sin detenerse en ningún punto y siguió con su viaje hacia la capital.
Después el paso se volvió a cerrar. A los costados de la vía esperaban más carros, pero no los dejaron cruzar. Entonces, los conductores optaron por circular por la ruta alterna, que va por Loreto (Orellana). Esa carretera, que conecta con Lago Agrio, demora tres horas más, cuando por el camino habitual se requiere la mitad de ese tiempo.
Es decir, quienes viven en la ruta de Baeza, pasando el sitio del desastre, deben ir hasta Lago Agrio y luego tomar la carretera hacia Loreto para nuevamente conectarse a la vía Baeza y viajar hacia Quito.
El otro acceso hacia la Amazonía es el camino de Tena. Por ahí no hay ninguna complicación.
“Todos saben que la vía está cerrada. Los conductores se comunican y se avisan por celular. Además, en la radio también lo cuentan”, contaba Édison Herrera, ex presidente de la Junta Parroquial de El Reventador.
Tenía razón: en las emisoras locales de lo único que se hablaba era de que el paso sigue interrumpido hasta nueva orden.
Según los técnicos de Petroecuador, quienes trabajan en el lugar desde la mañana del miércoles, el tránsito pudiera reanudarse hoy al mediodía. “Lo que nos demora es habilitar la vía alterna, pues como no hay puente tenemos que abrir uno en medio de las toneladas de piedra que fueron arrastradas por las lluvias”, explicó el encargado de los trabajos, quien no quiso dar su nombre.
Hasta el mediodía de ayer, la maquinaria había removido mucho material (750 metros cúbicos). En ese lugar, debajo del puente caído, pasa la tubería del oleoducto, por donde se transporta el petróleo. La finalidad es proteger al ducto de cualquier daño que ocasionen las piedras.
Ellos esperaban que el personal del Ministerio de Obras Públicas llegara para hacer los estudios con el fin de colocar un nuevo puente en Piedra Fina.
El paso destruido medía 50 metros de largo y era de un solo carril. El puente era de madera y estaba sostenido sobre las bases de tubería de hierro. Las enormes piedras que cayeron fueron arrastradas por la corriente de río y se fueron llevando el puente.