Los resultados de los 10 días de protesta serán analizados por la dirigencia indígena y sus bases. La Conaie, la Feine y la Fenocin han convocado a una asamblea. Hoy, en Ambato, los representantes de esas tres organizaciones se reunirán con los indígenas de Tungurahua. Analizarán los escenarios que dejó el tratamiento legislativo al proyecto de Ley de Aguas que, el jueves pasado, dejó en suspenso la aprobación de esa norma hasta que se cumpla con una consulta prelegislativa. Manuel Chugchilán, presidente de la Feine, aseguró que esa cita será la primera de un recorrido que cumplirá el movimiento indígena por todo el Ecuador. Está previsto que en esta semana también acudan a Cotopaxi y a Imbabura. Estas dos provincias fueron el centro de las protestas de las últimas dos semanas. Este espacio de análisis, dice Chugchilán, servirá para socializar el trabajo y contrarrestar la desinformación que han recibido las comunidades desde el Gobierno. El dirigente de los indígenas evangélicos reconoce que existe división de criterios sobre el tratamiento de ese cuerpo legal. Pero espera que la unión de las bases de las tres organizaciones se fortalezca a través del contacto directo con sus dirigentes. Simultáneamente, está previsto que una comisión se reúna en Quito, para empezar a analizar una propuesta para la consulta prelegislativa que está en cierne. Los nombres de los integrantes aún se desconocen, pero estará conformada por especialistas en derecho de las tres organizaciones indígenas. La dirigencia quiere que los comisionados empiecen a trabajar desde hoy, para presentar su planteamiento hasta la próxima semana. Lourdes Tibán, asambleísta de Pachakutik, dijo que para cumplir ese trámite se debe respetar lo que señala el fallo de la Corte Constitucional del 18 de marzo. En esa providencia se especifica que la consulta a los pueblos indígenas debe ser tomada en cuenta con “procedimientos apropiados y en particular a través de sus instituciones representativas”. Es decir, que los grupos organizados de los pueblos ancestrales deberán redactar, ejecutar y entregar los resultados de ese proceso de deliberaciones. La legisladora de Cotopaxi sostuvo que la consulta “debe constituirse en un verdadero mecanismo de participación cuyo objeto dará como resultado final la búsqueda del consentimiento previo, libre e informado, para llegar a consensos y acuerdos en la materia legislativa”. Chugchilán apoya esa tesis. Él manifiesta que no desean un plebliscito, sino un método donde se cristalicen sus tradiciones y costumbres. Y, en ese sentido, irá la propuesta que presentarán a las autoridades legislativas.