Las reformas al Código Penal y Procedimiento Penal que en marzo pasado aprobó la Asamblea se aplican a medias. Uno de esos cambios determina que si una persona es reincidente por cometer hurtos (por ejemplo, sustraerse un celular de menos de USD 120, pero sin violencia) ya no será juzgada por contravención en las comisarías, sino que pasará a la Fiscalía por presunto cometimiento de delito. El problema es que la Comisaría de Contravenciones Flagrantes no lleva un archivo nacional ni digital, para saber si una persona que es detenida cometió antes una infracción y fue condenada. Ahora, los datos se recogen en un cuaderno universitario (foto principal). La comisaria Verónica Aguirre señala que allí constan los datos solo de los últimos tres meses. Con base en el registro manual, desde marzo (cuando entró en vigencia las reformas) hasta el momento, Aguirre indica que ha remitido a 20 detenidos para que sean juzgados en la Fiscalía. Tres de las cuatro comisarías que operan en Quito tampoco tienen un archivo de antecedentes. Los comisarios dicen que recién comienzan a recibir computadoras.