Algunos jugadores de Brasil tienen probablemente la última oportunidad de volver a ganar un título mundial. El defensor Lucio y los volantes Gilberto Silva y Kleberson, que hasta ahora no jue-ga en el torneo, fueron protagonistas del pentacampeonato en el 2002, en Japón-Corea del Sur.
La meta de ellos es intentar cerrar sus ciclos con una nueva conquista. Y como se prevé, de la generación de aquel certamen asiático, solo Kaká, (con 32 años para entonces), podría alcanzar la cita ecuménica en su país en el 2014, si se anima.
Lucio tiene 32 años, es decir, llegaría con 36 al 2014. Gilberto Silva con Kleberson tendrían respectivamente 37 y 35 años. Por ello, Sudáfrica 2010 debe representar el final de esta generación en el equipo brasileño para estos jugadores. Incluso, hay seleccionados que no han levantado la copa y tampoco tendrían opciones de llegar al próximo Mundial, como el delantero Grafite, que tiene 31 años.
El defensor Juan, quien disputa su segundo Mundial (contando Alemania 2006) tiene 30 años, pero vivió una temporada plagada de lesiones. El lateral Gilberto, en su segunda participación mundialista, tiene 34 años. Quizá el golero Julio César, quien también es bimundialista -este como titular- tiene 30, pero su posición le da derecho a soñar con otra oportunidad.
Pero para Lucio, Sudáfrica 2010, además de ser su tercer torneo, le da la oportunidad de cerrar su paso por la Selección con una escena emblemática: el capitán del equipo será responsable de levantar el trofeo hexagonal, si Brasil es campeón.