Irión Silva López
Emprendedora
Cuando fundé mi pequeña empresa de venta de alimentos, en Manta, empezó mi verdadera libertad.
Organizar, coordinar, dinamizar, entregar almuerzos y bocaditos criollos a domicilio o en oficinas, eso es lo mío.
A mis 23 años ser autosuficiente y no depender de terceros para generar recursos y poder autosustentarme es un avance considerable. Antes tuve oportunidades de trabajar en entidades bancarias y empresas empacadoras de pescado, pero los sueldos no eran buenos y debía permanecer hasta 15 horas en esos sitios de trabajo.
Respirar, hacer pausas, tomar un helado o simplemente parar el auto y mirar hacia el mar es algo que se puede hacer todos los días cuando uno no está sometido a ningún tipo de apretadas agendas.
Libertad es expresar lo que siento, a la hora de sentarme en el aula de la universidad, donde estudio Administración de Empresas. Que mis criterios sean respetados es algo que satisface, creo que a todos los que podemos hacer eso nos llena como personas. Libertad es poder trabajar en lo que uno quiere.